Hombre que llevaba décadas secuestrado en su habitación escapa gracias a un incendio
Con materiales que tenía a mano, un hombre secuestrado por su madrastra desde los 11 años logró iniciar un fuego que le permitió recuperar su libertad tras 20 años.
Los bomberos y la policía que respondieron a un incendio en una vivienda en Waterbury, Connecticut, el 17 de febrero, hicieron un descubrimiento impactante: encerrado en una habitación del piso superior se encontraba un hombre que llevaba 20 años secuestrado. El hombre de 32 años, que presentaba desnutrición severa y pesaba sólo 30 kilos, informó a las autoridades que había iniciado el incendio intencionalmente, diciéndoles: “Quería mi libertad”.
Su madrastra, Kimberly Sullivan, de 56 años, lo mantenía cautivo en la habitación desde que tenía unos 11 años. Esto dio lugar a una extensa investigación que culminó en el arresto de Sullivan, quien se encuentra detenida bajo una fianza de $300,000, acusada de múltiples delitos graves, incluyendo agresión en primer grado, secuestro en segundo grado, privación ilícita de la libertad en primer grado, crueldad contra las personas y conducta temeraria en primer grado, según informó el Departamento de Policía de Waterbury en su página de Facebook .
“El sufrimiento que esta víctima soportó durante más de 20 años es desgarrador e inimaginable”, dijo el jefe de policía Fernando Spagnolo en un comunicado.
“Lo reportamos. No se hizo nada”
Las preocupaciones sobre la situación en el hogar de la víctima surgieron mucho antes de que lo encerraran en una habitación de 2,4 x 2,7 metros que no tenía calefacción ni aire acondicionado.
El exdirector de la Escuela Primaria Barnard en Waterbury, Tom Pannone, a la que asistió el hijastro de Sullivan hasta que lo sacaron después del cuarto grado, declaró a la estación local de la NBC de Connecticut: "Lo sabíamos. Lo reportamos. No se hizo absolutamente nada. Esa es la tragedia de todo esto".
La preocupación surgió cuando los maestros vieron que el niño era extremadamente pequeño y delgado. Les contó que a veces no le permitían comer en casa. Los maestros, al verlo comer de la basura o robar comida, le llevaban comida.
“Todos estaban realmente preocupados por este niño desde que tenía 5 años. Se sabía que algo andaba mal. Estaba muy mal”, declaró Pannone al medio. Añadió que él y el personal de la escuela llamaron a la madrastra varias veces, así como al Departamento de Niños y Familias (DCF) en al menos 20 ocasiones.
En la orden de arresto, el medio informa que le ordenaron mentir a las autoridades cuando llegaran y decirles que todo estaba bien. Al no regresar a la escuela, Pannone preguntó por el paradero de su exalumno y le dijeron que estaba matriculado en otra escuela. Sin embargo, no pudo encontrar constancia de ello. Más tarde le informaron que la víctima recibía educación en casa.
Las autoridades afirman que, durante sus 20 años de cautiverio, la víctima sufrió abusos prolongados, inanición, negligencia grave y trato inhumano. Durante ese tiempo, no recibió atención médica ni dental. Fue encontrado en estado de demacramiento extremo, tras haber recibido solo cantidades mínimas de comida y agua durante su cautiverio, lo que le provocó una desnutrición extrema.
Ni los vecinos, ni su familia, intentaron detener el maltrato
Una vecina declaró a NBC Connecticut que veía al esposo, el ahora fallecido padre de la víctima, Sullivan y sus dos hijas, pero rara vez al niño. “Probablemente vimos a ese tipo tres veces afuera”.
Cuando finalmente vio al niño, le causó una profunda conmoción. “Me estremezco solo de pensarlo porque recuerdo su cara”, declaró al medio.
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