Gastronomía

Se gasta casi 30 euros en un restaurante de Dabiz Muñoz, prueba la tarta de queso y queda devastada: “Absolutamente decepcionante, horrible”

La influencer Jahd pasó por Hungry Club, el restaurante en el aeropuerto de Barajas del chef, y compró dos productos para comérselos en el avión.

Se gasta casi 30 euros en un restaurante de Dabiz Muñoz, prueba la tarta de queso y queda devastada: “Absolutamente decepcionante, horrible”
Sergio Murillo
Nació en Santa Marta de Tormes en 2001 y creció entre Guadalajara y Badajoz. Amante de la literatura, estudió Periodismo en la URJC. Se estrenó como jefe de Cultura en El Generacional. Ha sido corresponsal para El Estilo Libre y conductor de informativos en Cadena COPE. Entró en Diario AS en 2023 como redactor en Actualidad.
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Hay pocos sitios que reflejen mejor que un aeropuerto el concepto de temporalidad. Sus pasillos inocuos y calcados, independientemente del aeródromo y país en el que uno se encuentre, inducen a quien los camina a pensar que se halla en una especie de ime geográfico y hasta vital que únicamente rompe cuando sube al avión o, por el contrario, abandona el lugar tras haberse bajado de él. Dabiz Muñoz, en su búsqueda de lo imposible, quiso crear un restaurante que inyectase personalidad a estos lugares y permitiera, literalmente, que quien de allí se fuera lo hiciera con buen sabor de boca.

Así nació Hungry Club, local que el prestigioso chef abrió en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, hace escasos meses. Y ya ha vuelto a comprobar que conquistar todos los paladares del mundo es difícil. Prueba de ello ha sido la reciente visita de Jahd, una creadora de contenido que suma 35.000 seguidores en su perfil de TikTok y que ha dedicado una reciente publicación a exponer la decepción que le había supuesto su paso por el restaurante.

“Por mis caras se puede imaginar”

“Yo, cuando viajo, por norma general, prefiero comer en casa antes de salir o en las áreas VIP en espera de vuelo, pero esta vez decidí probar un lugar de comida de Dabiz Muñoz”, dice al principio del vídeo, reconociendo que rápidamente asoció el nombre con la repercusión mediática de su rúbrica culinaria y que eso fue lo que llamó su atención.

@soy_jahd0

Mini diario probando el stand de hungry club de dabiz Muñoz solo decir que no me acabe la tarta de queso ni me comí la mitad #hungryclub #dabizmuñoz #tartadequeso #chef #diario #fyp #fypシ #sandwich

♬ Debussy Arabesque - Isabelle Perrin

Entró al lugar. “Probé la focaccia margarita ibérica y la tarta de queso de su mujer pensando que sería una experiencia inolvidable. Y la verdad es que en todos los aspectos lo fue”, expresa. Hasta el momento, y solo hasta ese instante, no había disgusto alguno en su reseña. Después, previa foto de la cuenta (el primer plato le había costado 16′50 euros y el segundo, 12′50) quitó la anilla a la granada.

No dejó títere con cabeza. “La focaccia era normalita, crujiente, pero la verdad es que muy cara para su porción”, dice en primera instancia, lo que pareció hasta suave una vez hubo probado el postre: “Y la tarta de queso fue absolutamente decepcionante, horrible, vomitiva. Creo que por mis caras se puede imaginar lo que sentí”.

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Mientras degustaba el postre, dice, no podía dejar de darle vueltas a una idea. “Me preguntaba constantemente a mí misma si realmente me acabo de gastar 29 euros en una experiencia tan, tan decepcionante”, zanja. Y el avión despegó.

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