Pasa un día trabajando en un restaurante de dos estrellas Michelin y cuenta lo que más le sorprendió de la cocina: “Trabajando durante horas”
Anneta Konstantinides, joven reportera, estuvo en el restaurante ‘Providence’, donde formó parte de su equipo de cocina y observó cómo trabajan allí.
Los restaurantes galardonados con estrellas Michelin suelen estar acompañados de un aura de perfección y exclusividad, pero también de una reputación que afirma que, en su interior, se respira un ambiente laboral intenso y muy exigente. Muchos imaginan cocinas donde el estrés, la presión y las jornadas interminables son la norma, con chefs de renombre dirigiendo a sus equipos con mano de hierro.
Para comprobarlo, la reportera Anneta Konstantinides pasó un día completo trabajando en ‘Providence’, un restaurante con dos estrellas Michelin situado en Los Ángeles, California, y bajo la dirección del chef Michael Cimarusti. Este local no solo se establece como uno de los más reconocidos de la zona, sino que también ofrece cenas por un precio que se puede escapar al bolsillo de más de uno: 295 dólares por persona.
Una vez que la reportera llegó a la cocina y se hizo con un delantal blanco, su experiencia como parte del ‘Providence’ dio comienzo. Para empezar, Anneta trabajó con Mac Daniel Dimla, “un prodigio de la pastelería” de apenas 27 años. “Cada mes, ‘Providence’ recibe 100 libras de grano de cacao crudo directamente desde Hawái. Cada grano es inspeccionado, procesado y cocinado por las cuatro personas que conforman el equipo de pastelería”, le comentó.
Tras ello, Anneta se dirigió a otra instancia de la cocina, donde observó a varios cocineros preparar las masas que iban a ser utilizadas en los siguientes turnos. La reportera quiso saber más sobre sus estudios, y las diferentes respuestas que recibió provocaron en ella una gran sorpresa: para muchos de ellos, cocinar era su segunda carrera.
En el ‘Providence’ trabajan hasta las abejas
‘Providence’ cuenta con una azotea donde se encuentra un pequeño jardín repleto de ingredientes frescos. Allí, su equipo de cocina puede recolectar una gran cantidad de productos, desde rúcula con wasabi y espinacas con fresa hasta hojas de mostaza japonesa y albahaca griega. Cabe destacar que dicho jardín emplea agua reciclada, incluyendo hielo derretido procedente de la cocina.
De esta manera, el restaurante obtiene gran parte de los productos frescos que dan vida a sus famosos cócteles y preparaciones. Para concluir su visita, la reportera se colocó un casco protector y un velo antes de explorar las dos colmenas del jardín, de las cuales ‘Providence’ obtiene su miel fresca.
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