Quién fue Denny Laine, la desconocida mano derecha de Paul McCartney
El guitarrista y coautor de algunos éxitos de Wings formaba parte del núcleo de la banda junto al exbeatle y su mujer, Linda McCartney.


A mediados de los sesenta parecía mentira, pero había vida después de The Beatles. La industria musical era una antes de que el grupo de Liverpool apareciera y fue otra totalmente diferente cuando John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr decidieron que sus caminos serían por separado o no serían. Cuando el grupo se disolvió entre disputas artísticas y económicas se paralizó el planeta. Apenas un año después nació Wings.
Era un mes de agosto de 1971. Paul McCartney se había embarcado en una carrera en solitario que emprendió, a pesar de las críticas de la prensa, junto a su esposa, Linda McCartney; nació así McCartney, su primer álbum. Cuando llegó el segundo, Ram, el músico se había rodeado de más gente, entre ellos el baterista Denny Seiwell y el guitarrista Denny Laine. La unión de este variopinto grupo dio a luz a Wild Life, trabajo que nació bajo la firma de Wings, el flamante nuevo grupo del artista británico.
Durante diez años fue este el hogar artístico de Paul McCartney, quien compartía el núcleo de la banda junto con su esposa y el propio Laine, triunvirato que recibió el nombre de ‘la extraña bestia de las tres alas’. Fue este el estallido del guitarrista, que destacó por revelarse como un auténtico talento de la interpretación y del directo.
El éxito y los márgenes del presente
El melancólico Laine había despuntado en los años anteriores por su papel en The Moody Blues, con quienes alcanzó la fama tras el éxito de Go Now, y en String Electric, donde, además, cantaba; en esta segunda etapa llegó incluso a compartir escenario con Jimi Hendrix y Procol Harum en una memorable actuación en el Teatro Saville de Londres. Tras la caída de su grupo, que experimentó varias idas y venidas con algunos de sus , Laine terminó en el proyecto de McCartney.
Su rol era fundamental. El sonido de las guitarras pasaba por él, así como el de los coros, el teclado y el bajo; y aunque no fue prolífico ni los rotativos lo reconocieron como quizá hubieran debido, su magia con el lápiz era innegable: escribió y coescribió junto al exbeatle algunas de las canciones más recordadas de esta época. No words, Time to hide, Deliver your children y Mull of Kintyre llevaban su rúbrica.
A principios de 1980 se produjo la mediática detención de McCartney por posesión de marihuana a su llegada a Japón, hecho que desembocó en la cancelación del tour que la banda preparaba alrededor del planeta. Un calendario después, el grupo se separó y ambos retomaron sus respectivas carreras en solitario; algunos todavía recuerdan cómo la prensa del momento insistió en una pelea entre los dos, hipótesis que el propio Laine desmintió tiempo más tarde.
Sea como fuere, cada uno marchó donde pudo y quiso. Denny tituló Japanese Tears a la primera canción de su primer álbum en solitario, guiño que fue entendido por los rotativos como un ataque hacia McCartney al más puro estilo de How Do You Sleep, de John Lennon, pero que, en realidad, no era sino una historia plagada de ironía de un japonés que quería acudir al concierto de Wings y que, tras su cancelación, no puede sino llorar de desilusión.
De la ruina en los ochenta a su reciente muerte
A mediados de los ochenta se declaró en bancarrota. Había vendido sus derechos lucrativos de publicación de Mull of Kintyre. La ruina era más rápida que él, pero no se dejó alcanzar. Jamás dejó de aparecer en convenciones tanto de The Beatles como de Wings, aclamado como una de esas figuras que el tiempo olvida de manera injusta.
Cerró los ojos para siempre a finales de 2023. Tras contagiarse de Coronavirus un año antes, y después de atravesar numerosas complicaciones, falleció a causa de una enfermedad de pulmón, tal y como dio a conocer su esposa, Elizabeth Hines, en redes sociales. “Estuve a su lado, sosteniéndole la mano mientras cantaba sus canciones navideñas favoritas”, dijo.
Al conocer la noticia, McCartney no pudo contenerse. Es bien sabido que a la fuerza de la nostalgia se le atribuyen los sentimientos más sinceros. “Denny tenía un gran talento con un fino sentido del humor y siempre estaba dispuesto a ayudar a otras personas”, se sinceró el exbeatle, que reconoció un distanciamiento tras la época de Wings y, a pesar de todo, un acercamiento en los últimos años. “Habíamos logrado restablecer la amistad y compartir recuerdos de nuestra época juntos”, expresó. Memorias que confirmaban aquello que provocaba espanto en los sesenta: había vida después de The Beatles.
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