Marlena: “Las mujeres vamos poquito a poquito, pero con buen tacón...”
Ana Legazpi y Carolina Moyano son Marlena, el grupo indie-pop que le puso la música a la celebración del Mundial ganado por la Selección Femenina y son referencia en el panorama musical español. Ahora reinterpretan un Chotis. A su estilo. Personalísimo y único.

El nombre que eligieron para llamarse juntas no puede definirlas mejor. Marlena. Viene del estribillo de una canción de Maneskin. Y es el de la diosa de la mujer empoderada. Empoderada como ellas. Ana Legazpi y Carolina Moyano. Hace ocho años que se conocieron en unas copas por Chueca. La primera estudiaba istración y Dirección de Empresas. La segunda, Arquitectura. Pero se conocieron y todo cambió. Pero se conocieron y juntas decidieron hacer lo que sentían juntas: música. Primero en Italia, bajo el nombre de W-Caps, en la versión transalpina del programa de televisión Factor X, y luego, en el corazón de la pandemia, como han logrado 1,3 millones de escuchas mensuales en Spotify (y subiendo). Bajo ese nombre. El de Marlena. Lo último es que se pasan al Chotis.
Muy madrileñas las dos. De clavel, pradera de San Isidro, 15 de mayo y un botellín en la mano, eso último que les ha sucedido resulta un regalo: formar parte del homenaje que Mahou, la cerveza que desde Madrid nació para el mundo hace 135 años, vuelve a rendirle a la capital de España por sus fiestas. Porque no hay mejor manera de hacerlo que con mantón, chaleco, Ermita y Chotis. Y si en 2024 fueron Delaporte, Ginebras y Sidecars los grupos que llevaron ese símbolo madrileño de la música a sus propios terrenos, para fusionarlo y que brotaran de los Chotis de siempre otros más modernos, del siglo XXI, ahora las elegidas han sido otras tres bandas de Madrid, Madrid, Maaadrid: Pignoise, La La Love You y, por supuesto, ellas. Estas dos mujeres empoderadas. Estas dos mujeres de pisar fuerte. Ese dúo que le canta al oído, o altavoz, de 1,3 millones de personas en el mundo siempre con su ciudad en la boca. Ellas. Ana y Carol. Ellas juntas. Marlena.
“Si pasas por aquí chulilla mía / ten cuidado no te vayas a perder”, eso dice su propio Chotis versionando a ese mítico de Agustín Lara con el que Mahou, patrocinador oficial de las celebraciones de esta festividad tras firmar un acuerdo con el Ayuntamiento, homenajea a su ciudad de origen. Una versión que lo fusiona todo. A ellas y a Madrid. Ellas, las mujeres de Las 1000 primeras veces (2023), las de Entre cuatro paredes y una verdad (2024), las que se presentaron al Benidorm Fest en su edición de 2024, las de ese último sencillo lanzado hace nada, Pies sin Plomo, las son capaces de gritar “te quieeeero” desde lo alto de la capital. Bajo una recreación de la Puerta de Alcalá (miralás, miralás..., miralaaas), ese lugar del que tan cerca Ana nació, se sientan una tarde, con una mesa llena de rojo clavel donde no falta un botellín. Las dos. Carol y Ana. Marlena. Para contarle a AS qué supone esta colaboración. Y contarse a sí mismas, repasarse. Tan chulapas ellas. Como la música que desde aquellas copas en Chueca las define, las rodea. Con solo mirarse. Y mirarte. Mientras le cantan a Madrid, o el mundo, desde el amor o el desamor. Bajo la piel de esa Marlena que no es ninguna y, a la vez, son las dos.
¿Qué supone para Marlena formar parte de la iniciativa de Mahou de versionar chotis para celebrar San Isidro?
Ana Legazpi: Una barbaridad. Como madrileñas, imagínate (sonríe).
Carolina Moyano: Además lo comentamos ese día con nuestros padres (explica con una sonrisa inmensa en la boca) y ellos felices porque creo que lo guay de esta campaña es que junta muchas generaciones. Consigue que grupos actuales lleven a su terreno un chotis, que no ha sido tarea fácil (se miran entre ellas, cómplices, antes de estallar en carcajadas). Pero creo que eso es lo mágico de esta campaña que ya es el segundo año que lo hacen y felices de poder estar entre los seis que, entre el año pasado y este, han versionado un chotis.
Dicen que no ha sido nada fácil… Cuéntenme. A ver... ¿cómo se versiona un chotis?
A. L.: Creo que ha sido canción que me ha sacado de quicio, de casi llorar. De decir, madre mía, cómo respetamos la esencia del chotis y respetamos nuestra esencia de Marlena, cómo hacemos todo ese cónclave….
Una palabra muy de moda.
A. L.: Sí, sí. La fumata salió (ríe). La verdad que fueron como dos días, tres, ¿no? (mira a Carolina, que asiente). Intentando grabar porque la letra la verdad que salió súper fácil, es letra muy nosotras, de vivencias que hemos tenido nosotras en Madrid, con amigas… Muy fácil. Salió en una hora. Y lo complicado fue la melodía, el momento chotis versión Marlena.
C. M.: Sí, porque de pronto el estribillo quedaba muy rápido y el resto lento. O las tonalidades que decías: “Coñ…, ¡qué complicación un chotis, con todos los respetos! (dice con la risa aún entretejida en sus dientes). Fue muy divertido, en realidad.
Las dos son de Madrid, ¿de qué parte?
A. L.: Yo de Retiro de toda la vida aunque ahora en Princesa.
C. M.: Y yo de Mirasierra un poquito más al Norte y ahora de Puerta del Ángel.
En sus canciones Madrid siempre está muy presente.
A. L.: Sí, sí. Gritar te quiero en lo alto de la capital (como en su canción Te quiero).
C. M.: En todas las canciones colamos un Madrid sí o sí (sonríe).
¿A ustedes cuál es, de Madrid, el lugar que más les gusta?
A. L.: Hay tantos… Cada zona es distinta, además. Lo que más me gusta es el momento de abrir las puertas a todo el mundo, que seamos de pronto veinte en una mesa que ha comenzado con dos.
C. M.: Nosotras somos mucho de movernos por la zona del Dos de Mayo, Chueca, Chamberí…, pero de pronto venimos a La Latina o al Barrio de las Letras y decimos: “Qué bonito es Madrid”.
Su historia es muy curiosa. Porque estudiaron Arquitectura y istración y Dirección de Empresas para formar Marlena, uno de los grupos referencia del panorama indie-pop español.
A. L.: Sí. Nos conocimos en unas copas. En segundo de carrera, que las terminamos ambas. N, en segundo no, en tercero o cuarto.
C. M.: Hace ocho años o así.
A. L.: Y nos llevamos bien. Yo empecé a cantar porque yo no lo hacía ni en la ducha.
¿En serio?
A. L.: Sí, sí, mis padres decían: “A ver el bochorno de esta niña, qué va a hacer en Factor X Italia” y de ahí al mes nos fuimos para allá.
“Yo empecé a cantar cuando conocí a Carolina y nos embarcamos en la música... Porque antes... ¡yo no lo hacía ni en la ducha!"
Ana Legazpi, Marlena
¿Y por qué Factor X Italia?
C. M.: Porque aquí en España no había ese formato y yo tenía un amigo en Milán de Erasmus y fue un: “Pues vamos a probar”.
A. L.: De repente a mí me llega un mensaje, todo en italiano por supuesto: “Oye, habéis sido seleccionadas para Milán”. Y yo: “¿Quééé? Carol, ¿qué has hecho?” (ríe). Pero, oye, mira, muy bien, aquí estamos (sonríe, amplísima).
Empezaron llamándose W-Caps...
A. L.: Diooos, sí.
¿Y hay mucha diferencia entre la música que hacían y la que hacen?
A. L.: Es que no hacíamos música.
C. M.: Versionábamos.
A. L.: Todo covers… Y todo el mundo nos decía: “Es que tenéis que componer, tenéis que hacerlo”. Y yo decía: “No, pero si a la gente le componen las canciones, ¿no? Yo pensaba. A la gente, grande, que se las hacían. Y luego dices, pero qué tontería, claro, si lo que le interesa al público es que hables de tus vivencias, de lo que tú experimentes, del amor, del desamor, amistades, en lo que sea.
Pasa con sus canciones. Llegan mucho porque, precisamente, cada oyente siente que habla de ellos, ellas.
C. M.: Eso es lo mejor que alguien nos puede decir.
Hace cinco años se convierten en Marlena, inspiradas por Maneskin, Italia, Eurovisión, que ustedes participaron en el Benidorm Fest en 2023, está todo conectado, y cómo han notado su crecimiento, hoy referentes en el indie-pop español.
C. M.: Ocho años desde que nos conocimos y empezamos a subir vídeos y tal. Y, desde la pandemia, que fue cuando empezamos con Marlena, cinco.
Tienen en estos momentos, 1,3 millones de escuchas mensuales en Spotify…
C. M.: ¿Sí?
A. L.: Sí, sí, ya tres, ya tres. Va subiendo, bajando…
¿Cómo viven ustedes eso?
A. L.: Yo creo que, como vamos creciendo tan escalonadamente, y en pirámide y muy poco a poco y estamos rodeadas, tenemos un equipo que nos hace ir así, con cabeza, lo llevamos bien. A veces con mucha impaciencia, porque tenemos mucha ambición , sana. Porque al final somos dos. A veces digo: “Joe, tú, quiero estar ya aquí, quiero esta colaboración, quiero…”. Y ésta (señala a Carolina): “Calmaaa”. O al revés.
C. M.: Eso es guay.
A. L.: Una de las cosas que nos pasan y más nos emocionan es que gente por la calle nos pare y nos diga eso. Que no quieren fotos ni nada. Solo decirnos que enhorabuena.
C. M.: Que estás en su día a día, a través de la música y es una cosa uqe no nos habíamos imaginado en la vida y es increíble que esté pasando.
Ustedes ya hicieron una colaboración con la Selección española cuando ganó el Mundial.
A. L.: Tenemos bastantes amigas, sobre todo las que son del Barça Femení, y entre ellas, toda la Selección, y un gusto porque siempre nos decían: “Es que os ponemos todo el rato en el vestuario, en los entrenamientos…”. Y que al final canciones para momentos tan de concentración para ellas suenen y que esas sean las nuestras, es fuerte. Mucho.
C. M.: Nos hizo mucha ilusión, además, que nos dijeran si podíamos ir a cantar a la celebración del Mundial. Es muy guay lo de juntar música y deporte y además en un momento tan histórico y tan guay como el que están generando todas las jugadoras de fútbol actuales fue muy emotivo y ayudarnos mutuamente entre todas, lo tenemos súper guardado y las queremos un montón.
¿Cuál es el equipo de fútbol de Marlena?
A. L.: Yo es que soy cero futbolera. Diré que me encanta el Barça Femení y por ley el Madrid, de toda la familia.
C. M.: Yo fui muy, muy futbolera de pequeña. Es verdad que ahora lo sigo menos pero siempre he sido muy madridista.
Sacaron un disco el año pasado (Entre cuatro paredes y una verdad), pero hace unos días acaban de lanzar una nueva canción: Pies sin plomo.
A. L.: Creo que me va a encantar lo que vas a preguntar...
Antes los discos salían y tenían una vida larga, de mucho tiempo, ahora es, casi, que cuando salen, ya mueren. ¿Cómo viven esa continua presencia a la que hoy obliga la música? Porque del disco de 2024 no sé si les ha dado mucho tiempo de disfrutarlo.
A. L.: Del disco como tal no mucho, yo creo. Pero al final es que las canciones se hacen en un momento e igual el disco sale dos años después y tenemos tralladas todas las canciones, entre ella y yo, con los cascos, en el gimnasio, cualquier lado, y es como, guau, sacas el disco, un trabajo de dos años, que termina, es efímero, en dos, tres meses. Que haces una gira entorno a ello pero… tienes que sacar canciones, porque si no… te mueres.
C. M.: Lo que decías antes del 1,3 (de oyentes mensuales en Spotify) y te agobia cuando, de pronto no sacas canción y ves que van bajando los oyentes porque creo que es como funciona la sociedad. El retroalimentar y retroalimentar. A la plataforma, al algoritmo, al tal…
“De pronto no sacas canción y ves que van bajando los oyentes porque creo que es como funciona la sociedad. El retroalimentar y retroalimentar. A la plataforma, al algoritmo, al tal…“.
Carolina Moyano, Marlena
Eso suena muy agobiante.
A. L.: Psicótico. A veces, ya te digo porque somos dos, eh.
Y presión a la hora de componer, a la hora de escribir…
A. L.: A la ofi también le decimos: “Eeeh, necesitamos experiencias” (estallan en carcajadas, otra vez, tan cómplices). O sea, que me rompan el corazón, que me vuelva a enamorar… ¡Es que no se puede escribir por escribir! Escribir para una plataforma es la peor decisión que puede tomar un artista.
¿Cómo viven la presencia y trato a las mujeres en la industria, festivales…? Hablaba el otro día con Víctor Cabezuelo de Rufus T. Firefly de cuando se presentaron al primer concurso de bandas y se subieron al escenario, con Julia y Sara, batería y la segunda entonces bajo, las miraban como si fuesen extraterrestres. Las únicas mujeres, además instrumentistas…
A. L.: Totalmente. Lo que pasa detrás de los escenarios. Tema festivales es un mundo aparte. Cuando ésta (señala a Carolina) y yo, vamos a festivales a mujeres trabajando en el escenario, como producción, como técnicas de sonido y nos quedamos en plan…: “¡Qué bien, qué fuerte!”. Y qué guay también que se confíe en el valor de la mujer, el trabajo de esa mujer que ha estudiado y que le gusta esto. Yo creo que es muy poco a poco pero se está haciendo muy buen trabajo y las bandas y las mujeres que venimos a poquito, vamos con buen tacón, pisando fuerte y callando bocas. Nosotras somos mujeres que seguimos a mujeres, además, y ya es por dos. Y llegar a todos los tipos de público ha sido como un regalo, porque cuesta muchísimo, eh.
C. M.: Total.
A. L.: Que te acepte todo tipo de público.
El nombre de Marlena lo cogieron de una canción de Maneskin. Marlena. Mujer empoderada significa. ¿Cómo lo encontraron?
C. M.: Pues literal en post pandemia viendo, intentando hacer canciones y demás y dijimos: “Oye, cómo nos llamamos, porque lo de W-Caps no va a ningún lado (ríen)”. Y estábamos muy obsesionadas en ese momento con Torna a Casa de Maneskin y escuchando un día la canción, en una casita que tiene Ana en el campo, ese “quindi Marlena torna a casa, che il freddo qua si fa sentire”, dijimos: “¿Y si nos llamamos Marlena?”. Y ya buscando, encima, qué significaba y explicaban que era la diosa del empoderamiento femenino y la creatividad y tal y dijimos, tal, imagínate. Marlena tal, Marlena cual.
A. L.: Nominadas a la mejor canción... ¡Marlena! (ríen, recordando aquella ensoñación que hoy es real). Sonaba vistoso, es un nombre guay.
¿Cuántas veces les han dicho: “Ah, pero Marlena sois dos”?
(Carcajadas de nuevo, altísimas y tan cómplices que contagian).
A. L.: Sí, sí.
C. M.: O: ¿por qué Marlena, por Maria y Elena? O: ¿Marlena quién es de las dos?
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