Raúl, te vas pero volverás

Raúl se va. Se sabía, pero duele igualmente. La leyenda ya tuvo que hacer las maletas en 2010 cuando era jugador y ahora repite adiós como entrenador de la casa, de la cantera, de esa Fábrica que él mamó cuando llegó con 15 años al Cadete y reventar todos los registros hasta ganarse el debut en La Romareda con el primer equipo con sólo 17 primaveras.

Raúl es carne madridista, lleva el escudo cosido a su pecho y el Bernabéu siempre será su segundo hogar. Sus seis años en la cantera han servido para formar a jugadores que han dejado mucho dinero en caja. El siempre dijo que estaba para formar personas y futbolistas con los valores del club, sin meterse en si servían o no para el primer equipo. Ha sido riguroso y escrupuloso con el trabajo diario. Exigente. Mucho. A los que le salieron díscolos los desterró para que sirviera de ejemplo para el resto de los chavales que estaban a sus órdenes. Raúl ha sido un formador, no solo un ídolo que ha puesto su foto para presumir de conocimientos.

Ha dicho adiós después de haber ganado con los Juveniles la Youth League (su ‘cuarta’ Copa de Europa con el club) y tras seis cursos en el Castilla en los que ha faltado la guinda del ascenso. La tuvo hace dos años en Elda, pero una torpeza inexplicable de Aranda en la prórroga le arrebató su sueño, que le hubiese hecho justicia.

Pero Raúl no debe ser valorado por no haber subido al Castilla. Debe mirarse con perspectiva que siempre tuvo que remar con muchos chavales del Juvenil y que varios de los suyos entrenaban cada día a las órdenes de Ancelotti. Él jamás se quejó. Es hombre de club. Es madridista en vena. Se va por segunda vez. Suerte en la próxima aventura, Rulo. Pero volverá. Que nadie lo dude. Raúl siempre será uno de los nuestros…

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí