Opinión

¿El fin de la racha de Verstappen?

Mad Max mira con un ojo a Lando Norris y con el otro a Michael Schumacher. El holandés reta a la historia de la Fórmula 1 en busca de su quinto título consecutivo...

Los mecánicos de Red Bull empujan el coche de Max Verstappen en el Circuito de Albert Park, en Melbourne (Australia).
PAUL CROCK | AFP
Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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Max Verstappen mira con un ojo a Lando Norris y con el otro a Michael Schumacher. El holandés desafía a la historia de la Fórmula 1 en busca de su quinto título consecutivo, algo que solo ha logrado el mito alemán, pero para igualar al Kaiser tendrá que neutralizar al pujante piloto británico, que parte como el más fuerte tras la pretemporada. Ya lo hizo en la segunda parte del Mundial 2024, donde Mad Max demostró que es el mejor de la parrilla, incluso cuando el mejor coche lo conducía su rival, pero en aquella ocasión el neerlandés defendía una ventaja de la primera parte del calendario que este año no existirá. Lando habrá aprendido de aquel duelo contra el tetracampeón. Su MCL39 es el monoplaza más rápido. Y debe exprimir ahora esa ventaja, por lo que pueda pasar en el futuro. El propio Verstappen reconoce que el Red Bull no es el coche más veloz, incluso ite que el favorito en el gran premio inaugural de Australia es el McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri, pero no descarta nada. Y cuando el campeón avisa, hay que escuchar. Ya se ha coronado dos veces sin el volante dominante.

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La lucha por el Mundial de F1 no se reduce al pulso Verstappen-Norris. Al contrario, esta edición previa al cambio de reglamento de 2026 se presenta con el pronóstico más igualado de los últimos tiempos. El pasado curso ya anunció esta teoría, con siete pilotos de cuatro equipos diferentes ganadores en grandes premios. El Ferrari de Charles Leclerc, su líder en la pista, y de Lewis Hamilton, su líder en la historia, también tiene muchas cosas que decir, si alcanza por fin esa regularidad que tanto le rehúye. Y luego está el Mercedes, siempre competitivo, de George Russell. La lista se acaba prácticamente ahí, para desgracia de los españoles. El Aston Martin de Fernando Alonso no va. Y el Williams de Carlos Sainz va mejor de lo pensado, pero no es suficiente.

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