Ahora habrá que calar el melón
Ya sin Ronaldo, ahora a la espera de valorar a los nuevos propietarios con Gabriel Solares a la cabeza.

Asunto resuelto. Venta consumada. Nada de componente local y todo queda en manos de mexicanos-americanos con el apoyo de un fondo de inversión. Ya sin Ronaldo, ahora quedamos a la espera para que se pueda calar el melón que suponen los nuevos propietarios con Gabriel Solares a la cabeza. Y no me pidan pronóstico, al menos mientras no sepamos quienes son de verdad los que van a poner el dinero en la operación. Es el fútbol de hoy. Gente que tan pronto tiene un club en México como lo compra en Europa. Sin ninguna vinculación. Puro negocio que puede salir bien o mal. Si sale bien, extraordinario. Si sale mal, a vender como se pueda y a salir corriendo como Ronaldo. Y en esa incertidumbre está sumido ahora el aficionado del Real Valladolid. Poniendo velas para que cuando se abra el melón comprobemos la realidad de lo que llega a Valladolid. De momento, el melón se llama Solares. Sin más.
En cualquier caso hay que agradecer a los que llegan el paso que dan. Siempre que alguien se compra un club y pone su dinero se merece un respeto y se gana el derecho al beneficio de la duda y a disponer de un tiempo hasta que se le pueda juzgar. Y necesita apoyo y es de ley que se les ofrezca, Pero la faena que tienen por delante no parece fácil de gestionar. Si empezamos la casa por los cimientos, lo primero, además de presentarse y de dar un mensaje ilusionante para la ciudad, será confirmar la contratación de un director deportivo para que pueda elegir un entrenador. Y ejecutar la limpieza de un vestuario al que habrá que entrar con un fumigador para que no quede ningún rastro del desastre generado por una plantilla que pasará a la historia como la peor de la que ha dispuesto el Real Valladolid desde que fue fundado en 1928. Impresentable lo de estos futbolistas.
Y deben tener como prioridad lograr lo que nunca logró Ronaldo, llegar al aficionado, acercarse mucho más al seguidor. Pisar la ciudad. Hace falta que el futuro socio vea en los representantes del club a gente honesta y sincera que busca lo mejor para la institución. Se tienen que alejar de esa imagen distante y fría que protagonizó David Espinar y que tanto perjudicó como los hechos y el tiempo han terminado por demostrar.
Por eso digo, que hay que calar el melón. Viene gente de fuera que han visto oportunidad de negocio en Valladolid. Y no es malo que hagan negocio. Si aumentan la valía de la entidad y reciben beneficio por ello, es lo mejor que puede pasar. Ronaldo no lo consiguió. Por eso, a duras penas ha logrado recuperar el dinero que invirtió. Para Ronaldo el Real Valladolid ha sido un mal negocio y para el Real Valladolid la llegada de Ronaldo ha sido algo ruinoso. Esperemos que Solares y sus inversores empiecen cuanto antes a ser la solución. Bienvenidos a Valladolid.
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