Un GP de España de alerones y negociaciones
La FIA endurece los controles sobre la flexibilidad de la aerodinámica delantera desde este fin de semana. El Circuit tiene contrato con la F1 hasta 2026.
Se espera mucho, quizás demasiado, de los cambios técnicos forzosos que los equipos han debido introducir para este GP de España. La FIA observó al inicio de la temporada que varios fabricantes habían encontrado la manera de sortear los controles de flexibilidad de los alerones delanteros, así que confirmaron que se reforzarían estas pruebas a partir de la novena carrera. Todas las escuderías han tenido que revisar sus diseños y endurecer las piezas para salir del vacío legal. Red Bull cree que McLaren perderá prestaciones, tienen apuntada en rojo esta fecha en el calendario. Saben que si el RB21 se acerca al MCL39, Verstappen hace el resto.
El primer tercio de la campaña arroja varias conclusiones: Norris no es el líder sólido que McLaren esperaba, pero tampoco se le puede dar por acabado después de su victoria dominante en Mónaco. Ha estado claramente por detrás de Piastri hasta ahora, pero solo pierde tres puntos en el Mundial ante la novena carrera, y eso habla bien de su consistencia y regularidad a pesar de los errores de sábado y de domingo. A favor de Max, los dos pilotos de Woking se restarán puntos mutuamente porque su equipo nunca ha querido señalar a uno de ellos como aspirante exclusivo al título. Una buena noticia para el espectáculo.
Aún hay entradas disponibles en el Circuit de Barcelona-Catalunya, se rozará el lleno técnico con cerca de 120.000 aficionados tanto en sábado como en domingo. Pasarán calor. Y después de ediciones ilusionantes con coches competitivos para los españoles, pero no correspondidas (Sainz no ha subido al podio en Montmeló en los años de Ferrari, y Alonso no lo visita desde 2013); la de 2025 no invita al optimismo. El Williams de Carlos es sólido, aunque anduvo un escalón por debajo en circuitos de alta carga y tren delantero como Shanghái y Suzuka. Quizás el Aston Martin sí rinda por encima de lo habitual, el Circuit es un buen escenario para valorar las evoluciones introducidas en Ímola (Montecarlo no es representativo) y acercar al embajador Fernando a los primeros puntos del año.
El Circuit tiene contrato hasta 2026
En los corrillos del paddock se hablará también del futuro. Después de despedir a Ímola hasta nueva orden para hacer sitio a Madrid en 2026, en Barcelona son conscientes de que mantener su plaza será difícil y caro en un calendario cada vez más cotizado. A medio plazo, la F1 se plantea incorporar una carrera en el Sudeste asiático (suena Tailandia) y otra en África. Si no aumentan el máximo de 24 eventos, difícilmente caben más de ocho en Europa, así que dos en el mismo país suena aún más inverosímil.
Los emisarios del Circuit, propiedad de la Generalitat y ahora gestionado por Fira Barcelona, han acudido a varias carreras esta temporada y se han reunido con Domenicali sin recibir aún una propuesta firme. Tienen contratos a largo plazo Madrid (2035), Gran Bretaña (2034), Hungría (2031), Monza (2031), Mónaco (2031), Bélgica (2031, con rotaciones) y Austria (2030). Zandvoort se despide tras 2026, así que hay esperanzas de mantener Montmeló o encajarlo en las rotaciones de Spa-Francorchamps mientras no se concreten las ensoñaciones exóticas, o no avancen con el ritmo deseado otros proyectos más cercanos.
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