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Ciencia

Un superordenador pone fecha a la extinción del ser humano y los científicos plantean soluciones para las amenazas en ciernes

Un superordenador detalla cómo podría llegar la extinción para la especie humana en un futuro: la formación de un nuevo y único supercontinente produciría unas condiciones de inhabitabilidad preocupantes en nuestro planeta.

explosion volcan erupcion

Aunque la extinción de la vida humana en la Tierra nos parece cosa de ciencia ficción, es un escenario terroríficamente probable. Un estudio reciente de la Universidad de Bristol en el que se ha utilizado un superordenador para elaborar detallados modelos predictivos pone fecha al tiempo que nos queda en el planeta: unos 250 millones de años. Según las simulaciones realizadas, el movimiento de las placas tectónicas daría lugar a un único supercontinente bautizado como Pangea Última, donde las condiciones extremas de temperatura y la frecuente actividad volcánica podrían hacer que la Tierra fuese inhabitable para los mamíferos. Ante esta sombría predicción, los científicos han planteado posibles soluciones para la supervivencia de nuestra especie: desde adaptaciones biológicas hasta tecnología avanzada que nos permita resistir en este entorno tan hostil... o huir del planeta.

El infierno del futuro: la amenaza de Pangea Última y cómo podrá sobrevivir la humanidad a la catástrofe tectónica y climática

Un equipo de científicos de la Universidad de Bristol ha llevado a cabo un estudio tan fascinante como preocupante: mediante simulaciones avanzadas realizadas por un superordenador, se ha podido predecir el futuro del planeta dentro de 250 millones de años. Este estudio, que se basa en la dinámica de las placas tectónicas y sus interacciones entre sí, plantea la formación de un nuevo supercontinente, conocido como Pangea Última. Este evento geológico, que ocurrirá debido al desplazamiento continuo de las placas tectónicas, implicará una serie de catástrofes naturales sin precedentes en la historia de nuestro planeta, incluyendo intensos movimientos sísmicos, temblores constantes y terremotos devastadores. La creación de este único supercontinente no solo cambiaría la fisionomía de la Tierra, sino que también alteraría drásticamente las condiciones de vida en el planeta, llevando al colapso de ecosistemas enteros.

pangea ultima supercontinente temperaturas
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Mapa predecido y temperaturas de Pangea Última, el único supercontinente que quedaría en el planeta Tierra debido a la actividad tectónica

La formación de Pangea Última generaría un escenario extremadamente hostil para la vida, especialmente en las regiones más alejadas de la costa. Según la simulación realizada por el superordenador, la mayor parte de la Tierra quedaría cubierta por una vasta extensión de tierra, separada de los océanos, lo que provocaría temperaturas extremas. Además, la ausencia de mares que moderen el clima en las zonas aledañas haría que las áreas interiores del supercontinente se convirtieran en gigantescos desiertos rocosos y abrasadores, donde las temperaturas superarían los 50°C, creando un ambiente prácticamente insoportable para la vida terrestre.

El impacto de Pangea Última en la vida no se limitaría solo a las temperaturas extremas. La simulación también predice un aumento masivo de la actividad volcánica debido al choque de las placas tectónicas. Los científicos sugieren que esto liberaría grandes cantidades de dióxido de carbono (CO₂) a la atmósfera, intensificando el calentamiento global y haciendo aún más insostenible la vida en la Tierra. Este fenómeno contribuiría a la triple amenaza que pone en peligro la supervivencia de los mamíferos, incluida la humanidad: temperaturas extremas, una atmósfera saturada de gases tóxicos, y un sol un 2,5% más brillante que en la actualidad, redundando en un aumento aún mayor de las temperaturas. Los mamíferos, incluidos los humanos, tendrían serias dificultades para sobrevivir, ya que su capacidad para regular la temperatura corporal se vería anulada por las condiciones extremas.

desierto rocoso render 3d
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Este render 3D de un desierto rocoso muestra cómo quedaría la mayoría de la superficie del planeta

Ante este sombrío panorama, los científicos del estudio han propuesto varias soluciones hipotéticas para enfrentarnos a las amenaza que supone tanto Pangea Última como su inevitable formación. Algunas de las soluciones más viables incluyen adaptaciones biológicas radicales que pudieran surgir de manera natural como parte de una evolución de la especie humana, como el desarrollo de una piel más gruesa o glándulas sudoríparas más eficientes. Además, la tecnología avanzada podría ofrecernos una salida, sugiriendo la posibilidad de construir ciudades subterráneas que protejan a la humanidad del calor infernal. También se contempla la posibilidad de que, para entonces, los humanos ya hayamos realizado un éxodo masivo de la Tierra, colonizando otros planetas donde, mediante nuevas tecnologías y conocimientos como la terraformación, se pudiesen modificar las condiciones climáticas y ambientales para hacerlas más favorables para la vida humana. Aunque estas propuestas parecen alejadas de la realidad en el contexto actual, ofrecen una visión intrigante sobre cómo la humanidad podría adaptarse a un futuro tan impredecible.

En conclusión, aunque la extinción de la humanidad debido a la formación de Pangea Última es un evento lejano en el tiempo, este estudio es, en esencia, un importante recordatorio sobre la fragilidad de la vida en la Tierra ante todo tipo de desastres naturales. Las simulaciones del superordenador nos muestran que los fenómenos que darán lugar a este supercontinente ya están en marcha, y los efectos del cambio climático, la actividad tectónica y el calentamiento global ya están alterando el planeta de manera irreversible. En última instancia, este estudio de la Universidad de Bristol nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras acciones en el presente podrían influir en un futuro geológicamente impredecible.

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