Natación

Polémica con los banderines ‘letales’ del Centro Acuático de Tokio

Diversas nadadoras, entre ellas la medallista mundial Waka Kobori, sufren lesiones en la espalda del 400 estilos al ubicarse las señales que advierten del viraje demasiado cerca de la pared.

Centro Acuático de Tokio.
OLI SCARFF
Iván Molero
Llegó al Diario AS como estudiante en prácticas en 2002, y desde que se licenció en Periodismo por Blanquerna, de la Universitat Ramon Llull, se ha especializado en la información del Espanyol, sobre el que también ha co-escrito libros, todo ello atendiendo al seguimiento de otros equipos, deportes y eventos desde la delegación de Barcelona.
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En el mismo majestuoso lugar donde se desarrolló toda la natación, en línea y artística, más los saltos, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, hace apenas tres años y medio, y con nadadores de primer nivel, se generaba este viernes una circunstancia totalmente anómala en el deporte de elite, que a punto ha estado de salir muy cara. Sucedió en la jornada inaugural de la Kosuke Kitajima Cup, a la que da nombre el campeón olímpico de 100 y 200 metros braza en Atenas 2004 y Pekín 2008, en el Centro Acuático de Tokio.

Se habían lanzado a la piscina para disputar las series del 400 metros estilo femenino nadadoras como Waka Kobori, medallista de bronce de esta prueba en los Mundiales de Budapest 2022, y todo marchaba según lo previsto tras el tramo de mariposa y durante el primer largo de espalda, hasta que en el viraje de 150 metros de la prueba de repente todas las deportistas empezaron a chocar contra la pared, una tras otra y en cadena, como si no hubieran calculado bien las distancias en una piscina olímpica. Y muchas, sufriendo lesiones, por lo violento de un golpe a toda velocidad y en un giro calculado, en plena competición.

Fue minutos después cuando los jueces repararon en el tremendo error que habían pasado por alto. Tal como demuestran el vídeo y las fotografías de la prueba, y como reconoció el juez principal de la Kosuke Kitajima Cup, Takanori Awai, habían colocado equivocadamente los banderines sobre el agua que orientan a los nadadores de que la pared queda a cinco metros. En su lugar, los habían situado a tan solo 2,5 metros, por lo que el giro lógicamente les quedó corto.

Agarró el micrófono Awai en pleno desconcierto y dio explicaciones a todos los asistentes, incluidos deportistas y técnicos. Y añadió que “algunas nadadoras al golpearse la cabeza sufrieron latigazos cervicales”, por lo que puso a disposición de quienes lo necesitaran vehículos para ser trasladadas al hospital más cercano.

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“Hasta donde yo sé, esto no había sucedido nunca antes”, se mortificaba el juez, tal como recoge la edición virtual del popular diario Sports Nippon. La decisión de los organizadores de esta competición, que como es natural corrigieron la ubicación de los banderines para lo que resta de trofeo, fue cancelar los resultados de la accidentada serie de 400 estilos y volver a disputarla este sábado. Con quienes acabaran ilesas, claro está.

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