España reina en un nuevo waterpolo que volverá a retocar sus normas
Con un promedio de 16 goles por partido, y ocho victorias ante rivales de primer orden, ha revalidado la Selección la World Cup. Pero en los Mundiales se volverán a ampliar las posesiones.
No solo del oro olímpico en París 2024 de las Guerreras del Agua vive el waterpolo español, que no ha podido arrancar 2025 de una mejor manera. A la espera de la Superfinal de la World Cup femenina, que se disputará este próximo fin de semana en Chengdu (China), después de que el combinado ahora dirigido por Jordi Valls se impusiera en enero en la Primera División, la que ya ha hecho los deberes e impresionado al planeta es la Selección masculina, que reina en el nuevo waterpolo.
Con la puesta en marcha de las nuevas normas establecidas por World Aquatics, que reducen la longitud de la piscina de 30 a 25 metros, y las posesiones de 30 a 25 segundos, y de 20 a 15 tanto los segundos ataques como las exclusiones, la España de David Martín ha vuelto a demostrar que no hay equipo más camaleónico en el panorama internacional.
Ocho victorias llevan ya en 2025
Conquistaron los españoles a lo grande la Primera División, en Bucarest (Rumanía) a inicios de enero, y este pasado fin de semana ofrecieron toda una exhibición de poderío en la Superfinal disputada en Podgorica (Montenegro), derrotando sucesivamente a Alemania (22-9), Croacia (19-4) y Grecia (16-14) para revalidar el título de la World Cup que habían conseguido por primera vez en la edición de 2023, en Los Ángeles (Estados Unidos). Y sin piezas clave como Marc Larumbe, Roger Tahull o un Felipe Perrone que puede regresar en julio en los Mundiales de Singapur, principal objetivo de este año post-olímpico.
La adaptación de la Selección al medio es brutal. Con ocho victorias y tan solo una derrota (en el primero de los partidos, el 6 de enero contra Hungría) en los nueve encuentros que ha jugado con las nuevas normas, y con la friolera de 142 goles a favor. Es decir, con un promedio de prácticamente 16 anotados por partido. Y lo ha logrado imponiéndose a rivales de primerísimo nivel: dos veces a Croacia, Francia, Serbia, Montenegro, Hungría, Alemania y Grecia. Ha conjugado de maravilla la velocidad del nuevo waterpolo, con la calidad de sus lanzadores y la robustez de sus porteros, Unai Aguirre y Edu Lorrio.
Los motivos de los nuevos cambios
Sin embargo, todo apunta a que las reglas de World Aquatics volverán a experimentar retoques en los Mundiales de Singapur. Los motivos, según ha podido saber AS, son principalmente dos: equiparar la normativa entre el waterpolo masculino y el femenino, y reducir la brecha que las nuevas normas han expandido aún más entre las selecciones de primer orden mundial y el resto.
Principalmente, las modificaciones consistirán en ampliar las posesiones de 25 a 28 segundos, y tanto los segundos ataques como las expulsiones temporales de 15 a 18 segundos, haciendo algo más llevable el vértigo que se ha vivido en la World Cup, con una exigencia física que difícilmente sería soportable en competiciones de dos semanas como los Mundiales o unos Juegos. Mientras tanto, los clubes seguirán jugando lo que resta de temporada con las viejas normas, al tratarse de competiciones regidas por European Aquatics. El waterpolo 3.0 se estrenará, si se oficializa pronto, en julio en Singapur.
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