La larga espera de Alfonso Pastor
El guardameta del Levante, que vivió su debut como granota en la última jornada el pasado domingo, llevaba prácticamente dos años sin jugar.

Desde finales de junio de 2023, Alfonso Pastor no se vestía de corto para afrontar un partido oficial. Fue precisamente cuando el Levante comenzó a monitorizarlo durante su cesión por parte del Sevilla al Castellón, donde coincidió con Giorgi Kochorashvili y Fabrício Santos, ambos a préstamo desde Orriols.
Su último encuentro fue a las puertas de meter al conjunto albinegro en Segunda División, cayendo en la última eliminatoria del playoff frente al Alcorcón tras superar en la semifinal al Deportivo de la Coruña. Desde entonces, tras caer en Santo Domingo, no había vuelto a disputar un encuentro.
El cordobés firmó con el Levante en el mercado de enero de 2024 y, posteriormente, alargó su vinculación con el club hasta junio de 2026, con opción de ampliar su vinculación dos temporadas más según los objetivos alcanzados.
Alfonso Pastor llegó al conjunto de Orriols con ficha de filial pero con vistas al primer equipo, una condición que no varió hasta finales del pasado mes de enero por motivos de Fair Play Financiero, cuando pasó a tener finalmente dorsal del primer equipo cuando la entidad dispuso de margen para inscribirlo.
Al no tener dorsal entre los 25 jugadores de la primera plantilla, el guardameta tampoco pudo disputar partidos de Copa del Rey, ya que a sus 24 años superaba el límite marcado por la normativa para alternar con el primer equipo.
Por lo que Julián Calero, para premiar su trabajo durante la temporada a la sombra de Andrés Fernández, decidió darle la alternativa en el encuentro frente al Eibar, clave para la consecución del título, en el que el Levante al menos necesitaba puntuar para hacerse con el campeonato.

“Andrés lo ha jugado todo y sinceramente ha estado a un nivel muy bueno. Alfonso le ha generado una competencia tremenda y es un portero de nivel. Pueden ser las dos opciones, tengo una casi decidida, pero prefiero decírselo a ellos a la cara, para que no se enteren por ahí”, argumentaba Calero en la previa del partido.
Finalmente, el técnico levantinista optó por apostar por Pastor y el cordobés pudo, al fin, disputar un partido oficial con el Levante y cerrar prácticamente dos años de sequía deportiva.
El guardameta mostró buenas maneras, pese a los evidentes nervios tras tanto tiempo sin competir. En la primera parte, realizó dos intervenciones de mérito, tanto a Bautista como a Corpas, que sirvieron para mantener la portería a cero y dar alas al equipo para poder poner el broche a una temporada de ensueño alzando la copa de Segunda División.
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