Lección magistral de Roglic para ganarle la Volta a Ayuso en Montjuïc

El término ‘pancartazo’ ha acompañado durante su trayectoria profesional a Primoz Roglic. El esloveno siempre se desenvolvió como pocos en ese tipo de situaciones, en las que lanzar una ofensiva muy cerca de meta, con la pancarta a la vista, para acumular éxitos y segundos de bonificación. Justo esos que parecía que decidirían este año el campeón de la Volta a Catalunya, pero el bueno de Roglic no estaba por la labor. Y siempre que lo ha necesitado de verdad ha sido ofensivo como el que más. Para muestra, su gesta en Lagos de Covadonga y la ascensión al Angliru, sin mirar atrás en modo cronoescalada, con su por entonces compañero Jonas Vingegaard a rueda.

Este domingo, en la resolución de la ronda catalana, el corredor del Red Bull Bora dio toda una lección de que a sus 35 años está tan competitivo como siempre, y con un hambre voraz. Tirando de inconformismo, otra de sus innumerables virtudes, Roglic atacó a más de 20 km de meta, con todavía dos subidas a Montjuïc por delante, y dejó en la estacada a un Juan Ayuso (2º, primer podio en la general de esta carrera) que no tuvo capacidad de respuesta para defender el segundo de ventaja con el que empezó la jornada respecto al esloveno.

“Fui dos veces segundo aquí (en Barcelona). Quería ganar. No soy un esprínter, no quería jugarme la carrera en segundos. Peleé hasta la última etapa. He disfrutado con este tiempo, el gran apoyo del público. No conseguí ganar la segunda bonificación, así que dije: ‘si quiero ganar tengo que hacer algo’. Las piernas hablaron. No he tenido la sensación que quería, me costó. Estuvo muy igualado, pero he disfrutado mucho esta semana. Me he divertido aquí. No sabía exactamente cómo iría. Las piernas están listas, estoy listo. Ahora unas pequeñas vacaciones para ir creciendo hacia el Giro”, explicó Roglic tras culminar su gesta en solitario, darle la vuelta a la general el último día, proclamarse campeón de la Volta a Catalunya por segunda vez y alcanzar las 91 victorias como profesional. Combo completo.

La alegría de Primoz Roglic tras ganar la Volta a Catalunya

Sólo 88,2 km, la segunda etapa más corta de la Volta en los últimos 25 años (sin contar el esperpento del pasado sábado). En esa exigua distancia se decidiría el campeón de la ronda catalana, un recorrido que garantizaba tensión, estrés y emoción de principio a fin. De hecho, antes de los seis pasos por el Castillo de Montjuïc, tan icónicos del desenlace de la carrera, llegarían dos puntos que podrían ser tanto o más decisivos que la propia subida: los esprints intermedios bonificados de Viladecans y Barcelona. “El primer bonificado marcará la táctica a seguir”, explicaba Ayuso en zona mixta en los minutos previos a la salida.

La intención era clara. En caso de superar a Roglic en el primer esprint, el UAE trataría de dejar que una escapada se marchase para tener cubiertas las bonificaciones del segundo, de lo contrario tocaría plantear una estrategia mucho más ofensiva. Rápidamente descubrieron que deberían jugar al ataque… Red Bull Bora controló el ritmo hasta el esprint de Viladecans, donde Roglic pasó primero para llevarse los 3″ de bonificación. No solo eso, sino que consiguió intercalar a su compañero Denz entre él y Ayuso (3º), lo que le permitía darle la vuelta a la general: líder, con 1 segundo sobre el español.

Los papeles se invirtieron para el siguiente esprint: el UAE puso un ritmo alto para evitar escapadas y que así Ayuso pudiera optar a la bonificación. En la resolución se intercambiaron los roles: Ayuso, después de un interior para ganar posiciones en la última curva, digno de Marc Márquez, al ‘todo o nada’, superó a Denz (2º) y Roglic (3º) para llevarse los 3″ y dejar la general como estaba al comienzo del día. Las subidas a Montjuïc se sucedieron una tras otra, y el paso de los kilómetros, unido a la falta de novedades en cabeza, a pesar de un valeroso ataque de Carapaz y Armirail, empezaba a decantar la balanza en favor de Ayuso.

Faltaban todavía tres ascensos por completar a Montjuïc, pero Roglic lo vio claro. Meridiano. Pasó a la acción con más de 20 km por disputarse y aunque Ayuso trató de saltar a su rueda, no pudo contener la potencia del esloveno. El español decidió entonces esperar a sus compañeros, y aunque Soler y Adam Yates trataron de acercarle lo máximo posible a Roglic, lo cierto es que el del UAE no tuvo piernas para responder a otros ataques de favoritos, como los de Enric Mas (3º de la general), De Plus o Van Eetvelt. Queda un mes y medio para el Giro de Italia, al que los dos máximos favoritos, Roglic y Ayuso, llegarán después de esta carrera tras unas semanas de descanso y concentraciones en altitud. La Corsa Rosa puede ser otra historia muy diferente, pero el primer golpe moral lleva el sello de Roglic. Las dudas con las que arrancó el año por su discreta participación en la Vuelta al Algarve quedan enterradas. El mejor Roglic está de vuelta.

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