Verona gana a lo grande con 41 km en solitario y Roglic se hunde

Con paciencia y buenos alimentos. Después de estrenar su palmarés de forma agónica hace tres años en el Criterium de Dauphiné, y tras toda una vida al servicio de sus equipos y líderes, Carlos Verona obtuvo la recompensa que tanto merecía durante años de silencioso trabajo en la sombra. Y lo consiguió sin tanto sufrimiento, como mejor sabe. A lo grande. El español le dio al Lidl-Trek su sexto triunfo parcial en este Giro de Italia (con tres corredores diferentes), gracias a una cabalgada de 41 km en solitario con la que destrozó al resto de sus compañeros de escapada.

Una actuación formidable que le dio al madrileño (32 años, San Lorenzo de El Escorial) su primer triunfo en una gran vuelta. Le bastó con un solo ataque en la ascensión a Dori, la última de la etapa más larga de esta Corsa Rosa (219 km), para completar una exhibición que jamás olvidará. Tampoco lo hará, aunque por razones opuestas, un Primoz Roglic que prácticamente queda descartado de la pelea por el Senza Fine. El esloveno, irreconocible, se hundió como nunca en ese último puerto, y se dejó en meta la friolera de 1:30 con el todavía líder, Isaac del Toro, y el resto de favoritos.

Los números de los primeros 70 km de etapa hablan por sí solos: 52 km/h de promedio e infinidad de ataques, tantos como incontables. Ahí se dejaron ver nombres relevantes, como un Van Aert que se mostró un día más muy activo por tomar la fuga. No lo consiguió, como tampoco un Pedersen que pasó primero en el esprint intermedio de San Martino Colle Umberto. Otro paso más cerca de sentenciar la ciclamino.

Finalmente, el pelotón se cortó, y los dos grupos que tomaron la delantera acabaron fusionándose en uno. En total, 35 corredores, con hombres de la calidad de Dani Martínez, Christian Scaroni, Diego Ulissi, Luke Plapp, Filippo Zana, los españoles Pello Bilbao e Igor Arrieta y Einer Rubio, el mejor situado de la general a 4:26 del líder. El colombiano, además, contaba con dos compañeros, Formolo y Cepeda, lo que conllevó una obligada reacción por parte del UAE en cabeza de pelotón cuando la escapada alcanzó cerca de 4 minutos de renta.

Con esa situación se llegó al Monte Grappa, histórico emplazamiento de las dos Guerras Mundiales. Hoy se libró otra batalla sobre bicicletas… Mientras el UAE reducía diferencias, otro inconveniente volvía a importunar la tranquilidad de Ayuso. El español sufrió una avería mecánica y tuvo que cambiar de bicicleta. Por suerte, ningún rival quiso hacer sangre, sus compañeros aflojaron la marcha y tardó poco en volver al grupo. En los últimos kilómetros de ascensión estallaron los fuegos artificiales. Ineos aceleró y Bernal atacó a 2 km de la cima. El carácter del colombiano, como siempre, irable.

Rápidamente, le siguió la rueda Del Toro, sin pensárselo, tan atento como en todo lo que llevamos de carrera. Carapaz le vio las orejas al lobo y se unió a la causa. Arensman apretó los dientes para llegar a esa altura, y le vino como agua de mayo a su compañero Bernal. Gee, que va a más con el paso de los días, fue el último eslabón en conformar tan peligroso quinteto. No tardaron en dar caza a los fugados, pero todavía en pleno descenso, el grupo donde se ubicaban Ayuso y Roglic consiguió enlazar a 70 km de meta. Solo Frigo, que decidió jugársela en la bajada, resistía en cabeza de carrera.

En el tramo de valle que conducía al último puerto, se formó una nueva escapada, también con presencia española. Pello repetía, Carlos Verona se incorporaba. “En ningún momento he pensado en una etapa y ahora toca hacerlo. No solo por mí, sino por el equipo, que se merece que estemos presentes esta última semana del Giro. Quedan cinco etapas para fugas, que hay que intentar estar, sí o sí. Estoy seguro de que si no ganamos no será por piernas”, explicaba a AS el madrileño antes de tomar la salida, horas antes de darlo todo con el firme propósito de brindarle una alegría al Lidl-Trek tras el abandono de Ciccone.

El UAE, que no tenía ninguna necesidad de fiesta, se limitó a marcar un ritmo de comparsa en el pelotón. La ventaja de la fuga se disparó, y al subir Dori, último puerto del día, empezaron a soñar con el triunfo. A 41 km de meta, Verona pasó al ataque y nadie de los escapados pudo seguirle. El órdago estaba echado. Poco después, el grupo de favoritos estallaba con un carrusel de ataques espectacular: tres de Carapaz, uno de Gee, otro de Simon Yates… Faltaba dureza para ver diferencias, pero hubo la suficiente para confirmar una sospecha de los últimos días: Roglic no está en buena condición. El esloveno, que incluso perdía la rueda de su compañero Pellizzari, entraba en crisis y empezaba a perder muchísimo terreno con todos sus rivales.

Viendo que podían firmar la sentencia de Roglic en este Giro, el UAE no lo dudó, por lo que Adam Yates, McNulty y Majka marcaron un fuerte ritmo para Ayuso y Del Toro. Por si fuera poco, el resto de equipos interesados, como Visma y Bahrain, fueron parando a corredores de la fuga para sacar más tajada sobre Roglic. En meta, la diferencia fue de 1:30, en la general, de 3:53. ‘Game over’. Minutos antes, Verona tuvo tiempo de saborear el éxito en la meta de Asiago, donde dejó el sello del gran ciclista que es.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Clasificación General

pos ciclista	Equipo	Tiempo
1 Carlos Verona	LTK	5h:15:41
2 Florian Stork	TUD	+00:22
3 Cristian Scaroni	AQD	+00:23
4 Romain Bardet	DSM	+00:23
5 Nicolas Prodhomme	DAT	+00:23
6 Filippo Zana	JAY	+00:23
7 Gianmarco Garofoli	SOQ	+00:26
8 Filippo Fiorelli	GBF	+00:29
9 Damiano Caruso	TBV	+00:29
10 Max Poole	DSM	+00:29

pos ciclista	Equipo	Tiempo
1 Isaac del Toro	UAD	55h:54:05
2 Simon Yates	TVL	+01:20
3 Juan Ayuso	UAD	+01:26
4 Richard Carapaz	EFE	+02:07
5 Derek Gee	IPT	+02:54
6 Damiano Caruso	TBV	+02:55
7 Antonio Tiberi	TBV	+03:02
8 Egan Bernal	IGD	+03:38
9 Thymen Arensman	IGD	+03:45
10 Primoz Roglic	BOH	+03:53

Ver clasificación completa