Una mujer de 52 años compra un coche eléctrico por 33.700 euros e inmediatamente empieza la pesadilla tecnológica
Al darse cuenta de que su nuevo coche ni siquiera arrancaba, la mujer trató de devolverlo en garantía, pero la empresa, Fisker Inc., se declaró en quiebra y cerró.

Los coches eléctricos se están popularizando cada vez más. Marcas como Tesla o BYD presentan todos los años nuevos modelos más económicos y mejor equipados. Sin embargo, su estrecha dependencia tecnológica hace que repararlos y mantenerlos pueda ser, en ocasiones, una auténtica osadía.
Como es el caso de Karin. La mujer de 54 años, natural de Southampton, Inglaterra, adquirió en diciembre de 2023 un coche Fisker Ocean EV por 49.665,66 euros. Sin embargo, en poco más de un año, el software del vehículo comenzó a fallar hasta dejarlo completamente inutilizable, informa el medio NYHEDER 24.
En un intento de desactivar la alarma defectuosa del Fisker Ocean EV, Karin acudió a un taller de su localidad. Una vez allí, los técnicos desconectaron la batería de 12 voltios del coche, provocando un fallo en todo el sistema eléctrico y dejando a la mujer con un vehículo completamente inútil.
Al darse cuenta de que su nuevo coche ni siquiera arrancaba, la mujer trató de devolverlo en garantía con la mala suerte de que pocos días más tarde, la compañía, Fisker Inc., se declaró en quiebra en Estados Unidos, cerrando por extensión su sucursal británica.
Si bien la empresa había aprobado la devolución del vehículo, la quiebra hizo que el reembolso nunca pudiera efectuarse. Karin intentó presentar una demanda ante un juzgado estadounidense, pero el tribunal desestimó la querella.
Demanda colectiva contra Fisker Inc.
Fundado por Henrik Fisker en el año 2007, Fisker Inc. fue durante años un referente en la industria de la automoción eléctrica, llegando a presentar el primer vehículo híbrido enchufable del mundo tan solo un año después de su nacimiento.
Sin embargo, la empresa enfrenta ahora una demanda colectiva en su contra por parte de clientes y accionistas. De acuerdo con el portal Access Newswire, la empresa llevó a cabo entre agosto de 2023 y noviembre de 2023 un presunto fraude de valores.
Los accionistas participes en el litigio sostienen que la compañía realizó declaraciones falsas, ocultaron que tenían “una debilidad material en su control interno sobre los informes financieros” y contabilizaron incorrectamente ciertos costos.
“Las declaraciones positivas de los demandados sobre el negocio, las operaciones y las perspectivas de la Compañía eran materialmente engañosas y/o carecían de una base razonable”, afirma Access Newswire.
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