Una británica se muda a España y explica por qué ya no tiene que ganar tanto dinero: “Supe que había encontrado el lugar”
Al poco tiempo de mudarse, ella y su marido se divorciaron, por lo que tuvo que sobrevivir utilizando sus ahorros y algunos ingresos extra.
Muchos extranjeros se mudan a España por su menor coste de vida. Mientras lugares como Francia, Inglaterra o Estados Unidos exigen una renta bastante alta, nuestro país se diferencia por, entre otras cosas, ser más barato para vivir. En consecuencia, todos los años, cientos de personas deciden mudarse.
Como es el caso de Jessica Silva, una mujer británica de 49 quien, tras ser despedida de su empleo de Londres en el año 2017, decidió hacer las maletas e irse a vivir a Mallorca junto con su hijo y su marido.
Según explica al medio MSN, la mujer se sentía muy satisfecha con su empleo, pero era “desafiante” y muy exigente, lo que le impedía dedicar tiempo a otras actividades, como salir a cenar o jugar con su hijo.
“Simplemente no tenía tiempo para él. Así no era como quería que fuera la vida”, sostiene.
Por ello, cuando la empresa le notificó su despido en el año 2017, la mujer no lo dudó un segundo y aprovechó la oportunidad para mudarse a un pequeño pueblo de Mallorca, abandonando para siempre el Reino Unido.
“Alquilé mi casa en Londres y encontré una en Mallorca para alquilar durante un año, mientras decidíamos qué haríamos a largo plazo”, explica.
El cambio fue bastante duro. En primer lugar, al poco tiempo de mudarse, ella y su marido se divorciaron, por lo que tuvo que sobrevivir utilizando sus ahorros y algunos ingresos de su trabajo como consultora.
Asimismo, adaptarse a la vida social de la localidad de Porreres fue complicado debido a que desconocía el catalán y su nivel de español era bastante bajo, por lo que tuvo que acostumbrarse a “exponerme y presentarme” hasta encontrar un grupo de amigos.
Una nueva vida
Tras pasar unos años, la mujer asegura que se ha dado cuenta de la gran cantidad de virtudes que tiene la vida en Mallorca. La integración de los niños en las actividades del día a día, por ejemplo, le ha sorprendido para bien al considerar que la cultura familiar de la isla ha facilitado mucho que ella sea madre soltera.
“Los niños vienen a todo. No se dejan a los niños en casa con una niñera. Si sales a cenar, que suele ser a las 9 p. m., los niños también vienen, sin importar la edad que tengan”, afirma.
Por otro lado, el ritmo de vida de la isla es mucho más relajado y agradable que el de Londres. A diferencia de la gran ciudad, “todo es más lento y tranquilo”, lo que permite que actividades tan triviales como pasear sean muy comunes y disfrutables.
Sin embargo, podría decirse que una de las razones más relevantes a la hora de determinar si se mudaba es el menor coste de vida. Si bien gana menos que antes, la mujer ya no siente la necesidad de tener un salario alto, y asegura que utiliza su dinero de forma más responsable.
“No necesito ganar tanto. Las cosas son más baratas, pero tampoco estamos rodeadas de cosas todo el tiempo. No necesito ropa de trabajo ni tengo que pagar transporte porque trabajo desde casa”.
La mujer consiguió comprarse una casa poco después de llegar a Mallorca por un precio mucho menor del que tendría que haber pagado en Londres, y todos los gastos regulares, como la compra o las facturas de la luz y del agua, son más baratos.
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