Recluta a un nutricionista para aceptar el reto de pasar un mes sin café y esto fue lo que le pasó a su cuerpo
Ya desde el principio, Alexandra informó a Valentín de que el café puede no ser recomendable en personas sensibles a la cafeína, ya que provoca insomnio.
El café es una de las bebidas más famosas del mundo. Cada mañana, millones de personas se preparan una taza nada más despertar para comenzar con sus tareas diarias. Un hábito que, sin embargo, puede tener efectos nocivos en nuestro organismo.
Como le ocurrió a Valentín Biret. El periodista del medio Ouest- se dio cuenta de que, tras 24 años de consumo, el café comenzaba a afectarle a su ciclo de sueño, por lo que ó con la nutricionista Alexandra Murcier para intentar pasar un mes sin tomar una sola taza.
Ya desde el principio, Alexandra informó a Valentín de que el café puede no ser recomendable en personas sensibles a la cafeína, ya que puede producir serias alteraciones en el sueño que, con el tiempo, pueden derivar en problemas conductuales o de salud, como taquicardia o irritabilidad.
“Quién deja de tomar café tendrá menos problemas de taquicardia y un sueño de mejor calidad con bastante rapidez. También tiene la desventaja de ser un poco perjudicial para el estómago”, explica la dietista.
Este insomnio no implica una disminución del consumo de café, sino que empuja al consumidor a seguir tomándolo en un intento de mantenerse despierto a lo largo del día, lo que, a su vez, provoca que sufra mayores problemas a la hora de dormir.
“Es un círculo vicioso: con las alteraciones del sueño que puede causar, estamos más cansados al día siguiente, por lo que consumiremos más café y el efecto se perpetuará”, asegura.
Tal es la adicción que pueden tener algunos consumidores habituales de café, que Alexandra avisa de que pueden existir algunos síndromes de abstinencia, pero no suelen durar más de dos o tres días.
“También podrías experimentar dificultad para concentrarte y algo de irritabilidad. Tendrás que perseverar y sobre todo, hidratarte bien”, le aconseja la dietista a Valentín.
No todo son malas noticias para los consumidores. Según afirma Alexandra, algunos estudios han mostrado que “beber tres o cuatro tazas” puede ser muy beneficioso para la salud, previniendo enfermedades cardiovasculares y reduciendo el riesgo de desarrollar Parkinson.
¿Cómo sustituirlo?
Si se quiere abandonar el consumo habitual de café, es crucial contar con un sustitutivo que nos haga superar esos momentos de debilidad. El Ricoré, por ejemplo, es una bebida perfecta para dejar de tomar café, ya que, según la dietista, permite llevar a cabo una transición poco agresiva y mejor adaptada a nuestras necesidades.
El té, por otro lado, aporta una energía “mucho más constante” que el café, y cuenta con un mayor número de antioxidantes, por lo que también puede considerarse el sustitutivo perfecto.
Así mismo, el café descafeinado puede ser una opción para los que desean cambiar su rutina, pero siempre y cuando sea un producto “sin disolventes”, ya que muchas marcas utilizan químicos para eliminar la cafeína.
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