El espeluznante incidente que provocó que un vuelo rumbo a Sevilla se convirtiese en ‘avión fantasma’ por 10 minutos
Mientras el capitán se encontraba en el servicio, el piloto de cabina sufrió un desmayo repentino, haciendo que el vehículo se convirtiera en un “avión fantasma”.
Se suele decir que el avión es el medio de transporte más seguro. Es cierto que estos vehículos registran muchos menos accidentes que los coches o los trenes, y cuentan con una gran cantidad de protocolos con el objetivo de minimizar riesgos. Sin embargo, un pequeño contratiempo puede ser suficiente para poner en duda el destino del avión.
Como ha ocurrido con el vuelo LH1140 de Lufthansa. Procedente de Frankfurt, el avión con 199 pasajeros a bordo se dirigía a Sevilla cuando uno de los pilotos decidió ir al baño.
Mientras se encontraba en el servicio, el piloto de cabina sufrió un desmayo repentino, haciendo que el vehículo se convirtiera en un “avión fantasma” al no poder ar con los controladores aéreos ni con otras aeronaves.
Durante los diez minutos que duró el incidente, el capitán aporreó la puerta con insistencia con la esperanza de que el copiloto abriese la puerta. Sin embargo, no obtuvo respuesta, por lo que decidió utilizar un código de emergencia que permite acceder a la cabina.
Tras retomar el control, el capitán decidió realizar un aterrizaje de emergencia en Madrid mientras un médico a bordo proporcionaba primeros auxilios al afectado, quien, según investigaciones posteriores, había sufrido una crisis neurológica.
Si bien no hubo daños humanos ni económicos, los resultados de la investigación subrayaron la increíble peligrosidad que supuso el incidente. Y es que, según señalaron los expertos, el piloto de cabina realizó movimientos involuntarios que podrían haber desactivado el piloto automático, dejando al avión a la deriva.
Vuelo 9525 de Germanwings
Sin embargo, la peor parte la vivió el capitán, quien posteriormente aseguro que temía que se tratara de un caso parecido al ocurrido en el vuelo 9525 de Germanwings, en el que un piloto decidió estrellar el avión contra los Alpes ses.
Después de que el capitán del vuelo 9525 fuese al servicio, el copiloto, Andreas Lubitz, bloqueó la puerta de a la cabina y le negó la entrada. Más tarde reconfiguró el piloto automático de la aeronave con dirección hacia un macizo rocoso de los Alpes ses, provocando la muerte de 150 personas.
El impactante suceso alcanzó la fama rápidamente, sobre todo después de que los medios locales descubrieran que Lubitz había sido diagnosticado con una depresión severa y una sospecha de psicosis, y su psiquiatra recomendase que lo ingresaran en una clínica.
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