Así entrenan profesionales de la seguridad, defensa y sanitarios en un ambiente hostil: preparándose para lo peor
El entrenamiento en estos escenarios extremos es muy necesario para poder anticiparse a los posibles peligros y situaciones límite que puede vivir la población.

El Curso Perseo es una formación intensiva diseñada para capacitar a los primeros respondientes, a las primeras personas que están cuando surge un conflicto (sean civiles, sean sanitarios, sean militares) en la atención de traumas, accidentes, crisis, en ambientes hostiles y remotos.

El control del sangrado es vital. Las hemorragias son la principal causa de muerte en los conflictos. Tener a mano, saber usarlo, sacarlo, escribir la hora correctamente, apretarlo como se debe, y saber el máximo de tiempo posible que hace que una persona viva o no.

Estas imágenes muestran algunas de las actividades que realizaron los participantes de esta edición, una experiencia intensa, emotiva y clave para los que quieren y deben estar preparados para salvar a los demás, tanto por su trabajo como por la realidad que les rodea.

Hacer los entrenamientos lo más realista posible te ayudará cuando te enfrentes a una situación realmente compleja, como un atentado, un accidente múltiple.

Sin visión, fundido a negro, todo es diferente. Desde la confianza en tu compañero, hasta tu propia seguridad. Un entrenamiento que es fundamental.

Confiar en tus compañeros es la mejor manera de afrontar un conflicto. Trabajo en equipo.

El curso acaba de cerrar su tercera edición desde 2021 en España, un entrenamiento real durante 5 días sin descanso, una de las situaciones que se practica, la privación del sueño, estar incomunicados, nada de o con el exterior.

Militares, fuerzas de élite españolas, internacionales, incluso varios militares ucranianos, se desplazaron con el doctor Carlos Zapa para implementar nuevas técnicas de supervivencia en un ambiente lo más hostil posible.

Las unidades de élite ya cuentan con tecnología de alta precisión para tomar las decisiones más adecuadas según los valores que veamos. Práctica y repetición, para estar preparados.

La teoría, la extensa documentación sanitaria previa, te lleva al campo de entrenamiento con la base necesaria para salvar la vida de tu paciente (simulado).

Simulación para salvar vidas. Teoría y práctica en el terreno.

Trabajar de noche es clave. Saber qué luz utilizar, cómo detectar las heridas, la sangre, cómo cuidar una herida cuando no veas, también se practica para cuando llegue el momento.

Militares, guardias civiles, parámedicos internacionales, enfermeros españoles, como en la imagen tomando apuntes para no perderse nada y guardar la experiencia.

Constantes vitales, saber lo que dicen, lo que muestran, para actuar con conocimiento.

Entrenar en el peor terreno, para prepararse a la mejor situación. Porque cuando pasa algo, la situación nunca es perfecta, ni lisa, ni de día, ni con todas las comodidades.

El manejo de vías aéreas, saber colocar una cánula en segundos puede hacer que un herido viva o muera.

Un ecógrafo portátil ayuda en segundos a conocer el alcance de la lesión a la hora de hacer triaje y esperar evacuación.

Prepararse y entrenar es clave para cuando llegue el momento. Ser la calma en la tormenta es la diferencia entre la vida y la muerte.

Saber lo que ves en cada parte del cuerpo vital es clave para saber si el paciente sobrevive

Son segundos lo que tiene un profesional en una situación de riesgo para la detección de problemas vitales en los pacientes.

La hipotermia es causa de muerte en heridos graves;, controlar constantes y proteger al paciente es la diferencia entre vivir o morir.

El traslado de heridos en los vehículos más dispares es el último paso para salvar a un paciente. Saber cómo manejar la situación evitará una desgracia o heridas incompatibles con la vida.

“Mantener a un paciente muy grave con vida, durante más tiempo del que desea, con menos recursos de los que necesita, en un lugar en el que no se quiere estar", cuenta el doctor Zapa.

Tendemos a creer que cuando pase una emergencia será en un entorno controlado, cuidado, que llamando a emergencias lo solucionarán en minutos y que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado podrán llegar aún más rápido que los sanitarios para socorrernos.

Porque no todo accidente va a ocurrir cerca de un hospital y en la calle principal de una gran ciudad. Y porque incluso cuando así ocurra, la ayuda puede tardar en llegar.

Ser capaz de mantenerte a salvo las primeras 72 horas de un conflicto (desastre natural, caída eléctrica, cese de suministros), supone la diferencia entre proteger, cuidar y salvar a tu familia y a ti mismo, o estar absolutamente perdido.

Pueden ocurrir catástrofes como la DANA de Valencia de la que se cumple hoy un mes, o no conocer que es al sexto día de una situación como la vivida, es cuando surgen las infecciones y empiezan los problemas de salud tanto para ciudadanos de a pie como para sanitarios y profesionales de la seguridad y debes tomar medidas.