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Entra a un restaurante, termina de comer y se va sin pagar mientras deja la razón escrita en la cuenta: “Nos vamos haciendo un ‘simpa’”

El influencer ‘Soycamarero’ ha compartido la fotografía de la singular justificación, generándose un debate en redes en torno a la ausencia de ética de dicho acto.

Entra a un restaurante, termina de comer y se va sin pagar mientras deja la razón escrita en la cuenta: “Nos vamos haciendo un ‘simpa’”
Sergio Murillo
Nació en Santa Marta de Tormes en 2001 y creció entre Guadalajara y Badajoz. Amante de la literatura, estudió Periodismo en la URJC. Se estrenó como jefe de Cultura en El Generacional. Ha sido corresponsal para El Estilo Libre y conductor de informativos en Cadena COPE. Entró en Diario AS en 2023 como redactor en Actualidad.
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Cuando el ser humano consuma su hartazgo, entonces y solo entonces, todo vale. O eso se cree. Deben mantenerse las formas, pero se sobreentiende que la espera, si demasiado larga, da permiso para saltarse alguna regla. A esta máxima y de manera amable quiso referirse un cliente para justificar al camarero de un establecimiento que iba a marcharse sin pagar.

No hay muchos detalles de la historia; ni siquiera fotografías de la escena del crimen. Tan solo una nota. “Nos vamos haciendo un simpa porque pedimos la cuenta varias veces y...”, dejó por escrito con bolígrafo azul la persona que allí consumió. Y el caso es que se fue sin dejar un euro.

“Un poco de empatía, respeto y educación...”

Quien ha realizado el reporte de dicho impago ha sido ‘Soycamarero’ a través de redes sociales, dejando, además de la fotografía de la nota —escrita en el ticket, de manera que, si se observa con atención, se verá que la cuenta ascendía a 37′90 euros—, una profunda reflexión acerca de lo que este gesto supone para el camarero como profesional.

"Dejan una cuenta en la mesa y al rato cuando vuelve el camarero para cobrarla, resulta que hacen un simpa y dejan detrás del ticket este mensaje", describe, añadiendo después su queja: “Un poco de empatía, respeto y educación tanto hacia la empresa, al empleado y a nuestro trabajo”.

Un , sin quitar la razón al perfil, insiste en que, algunas veces, “dan ganas” de hacer un simpa. “Me ha llegado a pasar lo de pedir la cuenta más de diez veces, y pasar más de media hora para que la trajeran“, cuenta, dejando entrever que, a veces, cuando el ser humano consuma su hartazgo, entonces y solo entonces, todo vale.

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No obstante, cabe reseñar que el debate generado es únicamente en términos éticos y morales, puesto que, de cara a la ley, no hay duda alguna: el artículo 248 del Código Penal considera marcharse de un bar sin pagar como delito de estafa, que será leve si la cantidad es inferior a 400 euros.

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