Recycled J para tras San Jorge: “Voy a descansar, he sembrado mucho y me toca recoger”
El rapero madrileño pasa por AS con su San Jorge al completo y tras un Movistar Arena épico. Asegura que se tomará un descanso.


Aparece por AS el chico gris, el del cero negativo, que lleva oro rosa al cuello, el alcalde que conquistó con rap la ciudad del pop, que hizo que valga la pena, el que cantó a Sarah Connor pero ahora dedica todas sus canciones a Ana o a sus abuelas. El que pudo ser el profe de tus hijos en la Escuela Infantil o vender fruta en Carabanchel, pero decidió meterse a Santo en el proyecto de su vida. Se pasa por AS para contar que todo esto fue por amor y también por otras cosas: Recycled J.
Lo primero, ¿qué tal su Movistar Arena? ¿Una auténtica locura?
- Bien, muy bien. Muy contento. Un poco malillo aún. Pero fue muy emocionante. Sigo viendo vídeos… En ese momento estás conectado con algo y no tengo muy bien la perspectiva de lo que está ocurriendo. Cuando llegué a casa y lo vi flipé. Al día siguiente ya pues ni te cuento. Aún sigo viendo cosas en redes…
¿Fue un fenómeno en redes?
- Muy guay, muy guay. Y lo que significaba la fecha siendo aquí en mi casa. Un lleno absoluto. Es sobrecogedor.
¿Qué sintió allí arriba cuando se lo dedicó a su padre? ¿Un abrazo colectivo?
- Fue bonito porque era lo que era. Una de las últimas conversaciones que tuve con mi padre fue la lista de invitados de este concierto. Me acuerdo de estar en casa hablando de que apuntara a este o al otro. Había una connotación detrás de que él estaba ahí conmigo. La gente que me escucha sabe que había vivido. Fue muy bonito. No sé como explicarlo mejor con palabras… Es difícil poner palabras a algunas cosas en la vida.
¿Cómo fue ese ‘camino sin atajos’ del que habla desde la primera idea hasta la salida de San Jorge?
- Ha sido muy largo. Empecé en 2020 con algunas ideas. Luego, estuve trabajando con ello en paralelo a Casanova, que iba a ser parte de San Jorge aunque de forma diferente. Tenía el gusanillo de hacer un disco, una obra, con el concepto de San Jorge, el yin-yang, los opuestos… Es algo que tenía masticado desde hace años. El sprint ha sido este último año. Ahora, es muy reconfortante. No me lo creo. Ha sido un maratón, un desfase.
¿Cuándo se le ocurre esa referencia a San Jorge?
Hasta quién no se llama Jorge sabe el mundo de Sant Jordi, el libro y la rosa, el santo contra el dragón… Yo lo llevo dentro. Para mí era importante y me siento reflejado en esos polos opuestos. Tanto personalmente, como en la música donde he tenido un perfil más luz o más oscuro. Cuando pienso en San Jorge lo pienso como una obra en mi carrera sin precedentes. Pero como algo culmen. De estar asentado. Llegó el momento y este era ese momento de vaciarme.
Es una referencia, por otro lado, muy de Barcelona…
- Realmente, sí. Me acuerdo en Casanova cuando toqué en Razzmatazz hable con amigos de allí porque queríamos haber hecho una camiseta con el adoquín de Barcelona y el cero negativo. Hay algo ahí que se ha construido y se ha gestado. Como con Casanova, donde veíamos esas armaduras, ese caballero deconstruido hasta San Jorge donde ya está derrotado, torso desnudo, solo con la máscara que es un guiño a los dos corazones de Casanova. Hay trasfondo.
A nivel estético, además de musical, es potentísimo visual pero también de códigos...
- Ha sido mucho trabajo mío pero también de todo el equipo. El otro día lo veíamos todo plasmado y decíamos… guau, esto ya es físico. Ha habido mucha gente implicada que me ha acompañado en lo bueno y en lo malo. Muy feliz por mi, por ellos. Por mí y por todos mis compañeros.

Hace unos días hablábamos con Dano sobre su Danilo de Nazaret y sus referencias a la religión y si le generaba reparos. Usted entra ya de lleno. ¿A usted le ha dado miedo en algún momento el tocar ese tema? Aunque no es ofensivo, ni mucho menos.
- Para nada. Yo creo que la religión es algo a lo que el ser humano se ha agarrado constantemente. El quién somos, de dónde venimos, a dónde vamos. Desde cuando no llovía y se rezaba para que lloviera, como para cuando te pasa algo malo y te lamparas. El ser humano busca sentirse agarrado a algo. Durante años la religión católica ha tenido muchas connotaciones, como cualquier otra. No me considero creyente, pero la religión tiene algo inspirador, revelador. A mí me gusta mucho el arte y me gusta ver como ha influido esa figura de incertidumbre. Me parece un símbolo de amor, poder… Tiene algo oscuro también. Conecto con él. Ya en mi EP Cool vs Recycled J hablaba de una religión como manera de hablar con mi público en el que se genera algo.. No te digo a nivel de que sea el profeta, si no de un sentimiento de empatía, amor. Tiene cosas bonitas y hay que sacar esa lectura. Hay muchas cosas que hablan de la religión, sí.
¿Cuánto tiene San Jorge de Cool, cuánto de Recycled, cuánto de pop?
- ¡Es súper Cool! (risas) Tiene mucho de ello. En otros trabajos de mi carrera quizá no se ha visto tanto ese Cool por ese enfoque más pop o Casanova es más mainstream y no te recuerda tanto a lo que empecé haciendo cuando tenía 16 años. En esto, tanto por las colaboraciones, el mensaje, los guiños pues hay mucho de Cool. Cool que soy yo, claro (risas). Es mi faceta más rap. Y si este disco era más rap sale esa imagen a la cabeza. Es algo figurativo. En ‘Hijos de la Ruina III’ venía de hacer ‘Superpoderes’ y me decían “ha vuelto Cool” y no, es que simplemente es más así. Es bonito que la gente empatice con ello porque son mis orígenes y quizá a lo que más le debo de mi carrera. Fue cuando hicimos todo esto con palos y piedras. Que haya gente a la que le haya devuelto esos años es precioso.
Cogiendo ese viaje que hace en ‘Storytell’em’, ¿cómo fueron sus inicios?
- Fueron por 2010, que saqué la primera maqueta y ahí yo venía del free, pero de juntarnos en un parque a rapear, nada de eventos grandes. Pero ahí conocí a Ramos, de la Troupe Chingona, conocí a quién me grabó mi primeras maquetas, conocí a Waor, conocí al Nova Mejías que hicimos luego Prefijo 91. Tiene esa magia, esa inocencia. Es muy bonito. Me gusta volver.
Habla de ellos y, además de lo icónico de estar con un Hijo de la Ruina un martes 13 (día que se graba la entrevista en AS), ¿cómo empieza esa historia con Natos y Waor?
- Yo con Gonzalo, Natos, tenía menos relación. Con Waor ya tenía alguna canción, salíamos mucho de fiesta y teníamos muy buena relación. Luego además su gente de Aluche también pasaron a ser amigos míos. Yo con Gonzalo me conocía, pero no teníamos ese mismo rollo. Ellos ya habían sacado ‘Por la jeta’ y nos juntamos un día en La Traba, que era donde grabamos, y se nos ocurrió grabar una canción que se llamara ‘Hijos de la ruina’. Y así surgió. De aquello juntamos un par de temas más, sacamos esa maqueta y a los años, se nos ocurre hacer un volumen II. En esos cuatro años, yo les teloneaba como Cool en la gira de Caja Negra. Yo estaba ahí backeandoles y ellos a mí. El ‘Hijos de la Ruina III’ fue el más profesional y ya hicimos nuestra primera gira. Y ya hasta ahora…
Hablaba de la Traba, recuerdo verles en La Dragona también… ¿Qué recuerdos te traen y por qué crees que se están perdiendo?
- Es cierto. Se debe a muchos factores. Pero lo primero, es agradecer que nos dieran ese espacio cuando no teníamos ni dinero, ni manager, ni una distribuidora, ni discográfica. Nadie nos decía “¡ey!” y aunábamos fuerzas. Ellos nos daban ese espacio para cantar y hablar de lo que hablábamos y nosotros se lo vamos a reconocer por siempre. El primer concierto que yo di como Cool fue en la Gatonera, que era una okupa en Carabanchel. También en la Eko, en la Traba nos grabaron y mil historias más. Es de donde venimos. Sin ese apoyo… Hay que reconocerlo siempre.

Por cierto, habla siempre con orgullo de Carabanchel, pero es reseñable la cantidad de raperos top que salen de Madrid Sur. ¿Será por la fruta?
- Va a ser por la fruta, sí (risas). Yo Madrid lo llevo por bandera a tope, pero bueno, pasan cosas en todos los lados. Si fuera de Málaga lo defendería a tope. En Madrid siempre hubo una escena como ciudad tocha que es. Para mí es que tiene algo especial. De aquí viene mi influencia, mi forma de rapear, mi familia, mi barrio, forma parte de mí.
Hablando de Madrid hay que hablar del himno oficioso de Madrid, KilometroZero, está en su mes.
- Hoy, de ‘opening’.
Con un lanzamiento tan gordo, siendo donde es San Isidro y como usted siempre habla de Madrid, ¿no echó de menos estar en ese programa?
- Sí, pero no se pudo dar. Se me ofreció, pero no se pudo hacer. Para mi es mi barrio. Me encanta, sería la leche, pero no se pudo dar. Cuando no he vivido por el barrio, siempre he tratado de ir. Ahora que estoy por ahí… ¿qué te digo? Es mi casa. El año pasado sacamos Preludio y cuando sacamos KilometroZero y veías a la gente en redes con la canción vestidos de pichi o de chulapas. Pensaba “que guay”. Todo esto, hasta que montemos una caseta. Es lo que nos queda.

Volviendo al disco, parece un All Star: que tal con Israel, Ill Pekeño, Ergo Pro, Abhir, Natos y Waor, Cruzzi, Hoke, Abraham Mateo…
- Solo MVP’s. Todas han surgido de forma natural, poca gente hay de escucha este tema y te metes. Mucha gente ha sido porque al ser más de rap creía que tenían que estar en este trabajo. Quién no ha sido así, es porque es de forma natural. Cada una tiene su magia. Es difícil contarte una historia de cada una.
Cuénteme sobre Cruzzi, Hoke o Peke y Ergo…
- A mí me mandaron un paquete de bases y guardé una como ‘Sample Hoke’ porque me encajaba mucho. Al final, yo le mandé una carpeta para que él fuera escuchando y juntarnos luego en Madrid. Para no condicionar le cambié el nombre a Audio ‘tal tal’. Y me dijo “me molan todas, pero justo esta…” . Y eligió esa. Eternamente agradecido. El Hoke además de ser un gran artista es una gran persona. Entiendo que salvo la gente que lo tenga alrededor no puede verlo porque no concede entrevistas, tiene ese aura ocultista, pero es un 10.
¿Y la de Cruzzi?
- Con Cruzzi hicimos un par de ideas antes pero no llegamos a dar con lo que era. Y pensábamos “si hacemos algo, tiene que ser ese algo”. Esa idea del Devil Jin se la enseñé antes a Abhir, que con él al final salió la tercera idea. Pero bueno, al final yo me hice el cacho de “cuando me sube la pill” y todo así. Total, se lo mandé y me dice “cabrón, que difícil, todo con i y encima utilizaste todas”. Bueno, pues me manda su cacho a la mañana siguiente y me lo manda grabado ya. La curiosidad de ese tema es que Cruzzi se ha metido a producir. Los arreglos de cuando entra, todo eso lo ha hecho él. Además, mola mucho el concepto del Devil Jin, del personaje del Tekken. Es un versus. Muy contento, la verdad.
Hay tres personas de las que hay que hablar: una es Selecta y otra Soukin y Ramos. Son sus orígenes.
- Selecta me ha acompañado desde hace unos cuantos años. En este disco quizá no tenia tanta participación por las circunstancias. Cuando lo empecé, Selecta ha estado de alguna manera, pero en el proceso se han ido diluyendo de alguna manera. Teníamos un estudio juntos hasta el 19 y ahí empezó la idea de ‘Cabeza de ratón’ o ‘KilómetroZero’. Cuando Selecta se centra más como DJ o en la electrónica, no le iba a estar taladrando para hacer 30 canciones. De igual manera, ha salido muy bonito. Y todas nuestras canciones juntos tienen ese sello.
¿Y con Soukin y Ramos?
- Se dio de una manera muy natural. Cuando salió la primera parte me escribió Ramos y me dijo “¿qué pasa, no quieres hacer algo?” y le dije si me lo decía en serio. Acabó surgiendo de esta manera. Muy satisfecho, la verdad.
En el disco habla de cosas oscuras, incluso abiertamente de depresión, malos momentos… pero en las distancias cortas siempre transmite mucha amabilidad. ¿Cómo han sido esos momentos?
- Hay que saber cuando es cada situación. Trato de tener una actitud buena y agradecida con los medios, los fans. No hay que olvidarse nunca de ser agradecido con esta vida que tenemos. Volviendo a ese San Jorge, ese yin yang, hay muchas canciones que hablan más del dragón. Tenían que estar de igual manera.

Hay un tema que nos recordó a eso que ya hablan Quevedo y Hoke de la soledad de la cima… ¿Lo ha llegado a notar?
- No tanto. Siempre creo que se puede ir a más. Hay momentos que dan vértigo. A ver, en el Movistar Arena, cuando salí me quedé como “joder”. No te puedes dejar llevar por eso. Ni creerte el puto amo, ni por presión.
¿Y cómo es el día después de algo tan grande? Los chicos de La Plazuela nos contaron que al final, ellos seguían bajando a por cuchillas para afeitar, que seguían con su vida…
- ¡Claro! Todo sigue exactamente igual. Soy más mayor y no me apetece tanto salir de fiesta. Si sales de fiesta te pueden tocar más las narices con una cosa o con otra. Pero es parte de tu trabajo. Me he ido... ¿La pregunta era?
¿Qué como era llegar a su casa después de una experiencia como el Movistar Arena?
- Hay un primer momento de desconexión de la realidad. Estás embotado en una locura que cuesta volver a tu ser. Me acuerdo que terminó y me fui a casa un rato antes de ir al Alerón con Selecta. Estaba disociado pensando “buah, lo hemos conseguido”. Pero más loco aún que Vistalegre. Después de ese llegué a casa y le di un beso a mi chica y abracé a mis gatas diciéndoles “no sabéis lo que acaba de pasar”. Aquí era llegar a la meta. Es lo que era. No hay más. Luego, al volver de Alerón se me hizo de día. No me podía dormir. Tenía una sensación de plenitud. Luego, dos días de celebración con mi gente y llegó el lunes y buf… Que esto no es solo subirse y cantar. También madrugamos. Cuesta. Hay que tener los pies en la tierra.
¿Sabe cuándo parar?
- Este momento ha sido un sprint loco. Hay una parte que cada pequeño lujo que me doy de estar una tarde con mis amigos es un lujo. Si peleo para currar y currar, es para llegar al Movistar Arena y poder darle entradas y que vengan todos a verlo. Agradezco que mi entorno lo vea. Por mucho que les pueda tocar las narices perderme una cosa o la otra, al que más le fastidia es a mí, créeme. Por eso, esos momentos de disfrute, de parar... Los aprovecho mucho.
Para acabar, la difícil. ¿Se retira o qué viene para el futuro? Además del par de críos...
- Para el par de críos estoy opositando. Me voy a tomar un descanso. Voy a disfrutar de este doble hijito que está en las calles, del Movistar Arena... Ya he sembrado bastante y ahora, me toca recoger.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos