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El dardo de la hija trans de Elon Musk a su padre: “¿Por qué debería tenerle miedo?”

Vivian Jenna Wilson es hija del excéntrico magnate, fundador de Tesla y dueño de X (antes Twitter), el hombre más rico del mundo y mano derecha de Donald Trump.

Musk's transgender daughter plans to quit the US
Rachel Wisniewski
Marta Rodríguez Peleteiro
Su trayectoria en Prisa comenzó en AS, en 2006, en la sección de Cierre. Posteriormente asumió la coordinación de la revista AS Color y la redacción de los blogs Match Point y Erratas de Campo. En 2017 pasó a formar parte de PrisaNoticias, en el control de producción de El País y AS, y volvió a AS a finales de 2022, como redactora de Tikitakas.
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A sus 20 años, Vivian Jenna Wilson, la hija trans de Elon Musk a la que él mismo repudió, no quiere saber nada de su padre, el excéntrico multimillonario dueño de Tesla y X, entre otras empresas, que se ha convertido en la mano derecha del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En una entrevista con TeenVogue la joven, nacida en 2004, ha contado que vive totalmente distanciada de él y también de las ideas de este.

La joven, quien se declaró trans en 2020, dice ser económicamente independiente de Musk desde antes de esa fecha, y en 2022 solicitó incluso cambiar su nombre para que no se la relacionase con su padre biológico, sin embargo, preguntarle por él es inevitable después de que él dijese que había sido “asesinada por el virus de la mentalidad progresista”, y las respuestas no lo dejan en buen lugar.

De hecho, recuerda que él no estuvo a su lado en su momento más crucial: “Mi madre me apoyó mucho en mi transición. Es escritora de novela romántica sobrenatural, de ahí mis típicas costumbres de Vivian, de sentir vergüenza ajena y estar constantemente en línea. Cuando le conté mi homosexualidad, me dijo: ‘Sí, me lo imagino’. En cierto modo, lo armó todo, así que, cuando se lo conté, fingió estar ligeramente sorprendida durante 30 segundos y luego me dijo: ‘Sí, cariño. Vale’. Él no me apoyó tanto como mi madre. Para empezar, no había hablado con él en meses, así que tuve que pedirle el consentimiento paterno para ponerme bloqueadores de testosterona”.

La madre de Vivian llegó a comentar en un artículo de 2010 que recibió señales de alerta sobre su matrimonio con Musk en la misma boda, cuando, bailando, él le dice que era el “alfa de la relación”. Ahora, ya divorciada, su hija reconoce no mantener o con esa parte de la familia y enterarse sobre el nacimiento de sus medio hermanos a través de las redes sociales: “Me importa un bledo lo que hagan. No es mi problema, ¿vale?”.

Críticas a su padre

La joven expresa que está al día sobre la política en el mundo, pero difiere mucho de las ideas de su padre: “Veo cosas sobre él en las noticias y pienso: ‘Qué vergüenza, debería publicar sobre esto y denunciarlo’, lo cual he hecho varias veces. El saludo nazi fue una locura. Cariño, vamos a llamar a un higo por su nombre, y vamos a llamar al saludo nazi por su nombre. Esa mierda fue definitivamente un saludo nazi. La multitud tiene la misma culpa, y siento que la gente no está hablando de eso. Esa multitud debería ser denunciada”.

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“Pero, aparte de eso, no me importa una mierda. De verdad que no. Es molesto que la gente me asocie con él. Simplemente ya no tengo margen para preocuparme”. Y dice no sentir miedo: “Es un niño patético. ¿Por qué le tendría miedo? ¡Ay, qué poder tiene! Nah, nah, nah. Me importa un bledo. ¿Por qué debería tenerle miedo a este hombre? ¿Porque es rico? Ay, no, estoy temblando. ¡Ay, temblando! Me importa un bledo el dinero de la gente. No me importa. De verdad que no. Es el dueño de Twitter. Bueno. Felicidades”.

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