Alarma Badosa: nueva retirada por la espalda en Mérida

Después de meses de alegría, buen tenis y esperanza, volvieron las imágenes que nadie deseaba: lágrimas, manos en la espalda por el dolor y retirada. Este sábado, Paula Badosa se vio obligada a abandonar el WTA 500 de Mérida debido a molestias en la zona que tanto le ha torturado en los últimos años. La española, que este lunes volverá al top-10, dijo basta en el segundo set contra la australiana Daria Saville, tras haberse llevado el primero (6-1 y 3-5 en 1h17 de juego) y un paso por los vestuarios que ya anticipaba las malas noticias. Tapándose la cara con su visera y emocionada entre una sonora ovación, abandonó la pista, seguramente, con todo lo vivido en la cabeza. Ahora, y con el alcance de la posible lesión por conocerse, se plantea el interrogante de su presencia en Indian Wells, torneo que ganó en 2021 y que empieza el próximo miércoles. Nueva alarma.

Lo ocurrido, y aún con la esperanza de que todo se quede en un susto, es especialmente doloroso y preocupante por la historia que acompaña a Badosa, que sumó la 35ª retirada de su carrera y la primera desde el WTA de Ningbo, en octubre. También la primera debido a molestias físicas (tras el partido, especificó que se trataba de “la parte baja de la espalda”), pues en China abandonó tras varios días con problemas estomacales. Entonces, la española ya estaba metida de lleno en el proceso de vuelta a su mejor tenis, que este año le ha llevado a alcanzar las semifinales en el Open de Australia, su tope en un Grand Slam. Antes, había vivido meses extremadamente difíciles debido a varios problemas físicos derivados de una fractura por estrés en la vértebra L4 en Roma 2023. Debido a ellos, hasta llegó a plantearse la retirada.

“He estado muy cerca de decir basta, lo he pasado muy mal”, aceptó Paula en una entrevista con este periódico a finales del año pasado. En ella, también explicó cómo había podido volver a jugar gracias a “muchas infiltraciones” y remarcó que los problemas en la espalda, pese a estar controlados, nunca desaparecerán. “Creo que la espalda está mucho mejor. Nunca va a estar perfecta, pero está a un nivel al que puedo competir contra las mejores y puedo competir al máximo. Obviamente, como habéis visto, hay torneos en los que me borro, hay torneos que no juego o en los que me he tenido que retirar, pero es un poco porque siempre voy a tener un problema en la espalda. Eso nunca va a dejar de estar. Pero me lo cuido mucho, y también estoy intentando prevenirlo lo máximo posible”, detalló.

Contra Seville, a la que dominó con claridad en el primer set, fiel al nivel mostrado últimamente, Badosa, que ya había bajado sus prestaciones en la segunda manga, se fue a los vestuarios con 4-3 en contra, aunque sin roturas. En la reanudación, y tras perder el servicio en el siguiente juego (hasta sacó una vez por abajo por el dolor), confirmó su abandono. “¡Vamos, Paula!”, le gritaba el público en su intento de volver al partido, ya con una movilidad muy reducida y tras un esfuerzo supremo para recuperar un break que encajó con 2-2 en el parcial. “No es agradable clasificarse a semifinales de esta manera, ojalá Paula se recupere”, le dedicó Seville, que en la siguiente ronda se medirá con la colombiana Emiliana Arango, vencedora contra la eslovaca Rebecca Sramkova (5-7, 6-3, 6-0 en 2h57). Paula, por su parte, tiene prevista la Einsehower Cup, una exhibición previa a Indian Wells que se disputa el martes. Ahora, su hoja de ruta podría verse modificada.

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