Mundialito de pruebas
Aunque las cifras económicas que ganarán los vencedores puedan hacer pensar que el triunfo final es el gran objetivo del Mundial de Clubes, en el Madrid no es así. El torneo, sobre todo, tiene que servirle a Xabi Alonso para hacer grupo y poner las bases de lo que será el sistema de juego de la próxima temporada. El nuevo entrenador está obligado a probar diferentes modelos, ensayar con futbolistas en varios puestos y poner en el campo alineaciones distintas. Si se gana, bien, pero si el equipo sale del torneo con una idea clara de cómo va a jugar, será la mejor noticia.
Como uno de los puntos claves del nuevo equipo debe ser la seguridad atrás, va a ser obligado ir probando con todas las posibilidades que se le ofrecen. Sea con defensa de cuatro o defensa de tres, Xabi tiene que encontrar la mejor combinación de las piezas que tiene. Hay que ver cómo vuelve Militao de su larga ausencia, el papel que puede tener el joven Huijsen, la evolución de Asencio, la posible inclusión de Carvajal en una línea de tres, si Alaba puede aportar algo en su último año... Muchas incógnitas por desvelar.
Aunque la madre del cordero estará en el centro del campo. ¿Quién llevará manija? Modric, que se estará despidiendo, no podrá ser el protagonista, pues el entrenador debe comprobar qué centrocampistas de los que tiene pueden aportar en esa tarea. Y luego están los de arriba, pendientes de que el jefe reparta galones, quién empieza en la izquierda, a quién le exige más trabajo, quién se adapta mejor al nuevo sistema. El equipo ahora necesita rodaje más que victorias.
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