Modric, un ‘suplente’ histórico

Puede que la historia no haya visto nunca un centrocampista como Luka Modric. Al menos, en términos de longevidad. La exhibición del croata ante el Girona devolvió al Madrid a la victoria en LaLiga; el juego ya lo tenía. Fue una actuación que recogió todas las virtudes que han reputado la carrera de Modric. No solo salió en hombros por su gol primoroso, sino que asumió la batuta del juego (103 pases buenos, siete envíos en largo...), no se ahorró nunca una ayuda defensiva y acreditó ser el jugador más capacitado para entender los imparables desmarques al espacio de Vinicius y Mbappé. En ese 1-4-4-2 bien estructurado, el croata se sintió protegido y su calidad fue una bendición para el Madrid. El Girona nunca le pudo coartar su creatividad. Míchel empezó con una falsa línea de cinco en apariencia. De todos modos, nada le sirvió para contener las acometidas blancas. También quiso abreviar la salida, dados los problemas recientes con pérdidas groseras, y apostó por un fútbol directo que no le vino bien a su equipo. Seguramente, anteponiendo competir sobre su propia filosofía, Míchel no fue Míchel. Así se lo puso relativamente sencillo al Madrid, que mereció un resultado más amplio.
Por su parte, Ancelotti insistió en la mezcla de Vinicius y Mbappé arriba, con Brahim a la derecha y Rodrygo a la izquierda. A los extremos les cambió de banda en la segunda parte. El Madrid fluyó a través de las ideas de Modric, giró el juego con facilidad y controló la zona de tres cuartos con extraordinaria solidez. Y en las transiciones se arrojó con el compás, la calidad y el picante de siempre. En versión torera, Vinicius tuvo una tarde de altos vuelos y a Mbappé solo le faltó esta vez el gol. Nada importante porque el Madrid no lo necesitó. El equipo blanco tampoco se mostró vulnerable sin la pelota, incluso Alaba dejó una buena nota en una prueba que aumentará su confianza y las alternativas de Ancelotti en la parte de atrás. A la espera de si restaura su nivel, es otro suplente de lujo, como Modric, aunque este se empeña en mantener su condición de titular. Mejor para el Madrid. La abundancia del croata golea a la edad y le reserva todavía un papel preponderante de aquí a final de temporada.
Lanzando a Mbappé

Nadie exige a Modric, un error grave del Girona que permite al croata poner un balón perfecto para el francés a la espalda de la defensa. Es increíble la velocidad de Mbappé, que partía en desventaja posicional.
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