La seguridad de Mbappé ante el sorteo

“Todo lo que sucede, conviene” es una frase que utiliza con frecuencia Del Bosque, y que unas veces he visto atribuida a Shakespeare y otras al budismo. “Cuanto mayor es el caos más cerca está la solución” se la escuché a Sacchi, y comprobé que tiene raíces confucianas. Las he recordado a cuenta de estos dieciseisavos de la Champions, una especie de incómoda prueba de recuperación para los que no se metieron directamente en octavos. Un engorro en principio, pero que al Madrid le ha venido de perlas para dar un zapatazo ante toda Europa liquidando al City. Y de paso, para saltar por fin del caos post-Kroos al orden.
Vimos al Madrid funcionar bien, con más esfuerzo de obstrucción del acostumbrado por parte de Vinicius y Mbappé, entrega absoluta de Rodrygo y Bellingham para robar en el medio campo, un empoderamiento progresivo de Ceballos como primera salida, desempeño correcto de Tchouameni, y una defensa firme, con Asencio y Valverde como descubrimientos deslumbrantes, en el caso del segundo en lo que respecta a la posición de lateral derecho. Más allá del celebrado hat-trick de Mbappé, emergió un equipo completo, sólido, seguro, ordenado. Un Madrid pleno y convincente. Se acabó el caos, apareció por fin el orden.
Jugando así, y dadas la extrema capacidad de su portero y del póker de ases de arriba, el Madrid puede sentirse seguro. Me gustó la confianza con que contestó Mbappé al final sobre si prefería el Atlético o el Leverkusen. Lo pensó un poco y dijo que el Atlético “porque así no viajamos”. No coincide, pienso, con la mayoría de madridistas, para los que el Atlético es un hueso muy incómodo. Pero en su mente no hay otra cosa que el título y el campeón ha de quedar al final por encima de todos y le da igual cuándo y dónde le vayan saliendo al camino. Mientras esperamos el sorteo de hoy con mirada corta, él sólo piensa en la final.
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos