ROBERTO RAMAJO

La emoción (innecesaria) de Sadiq

Habrá que decirle que tranquilo, que lo que no metió en Mallorca, le entrará en el Reale Arena.

Real Sociedad's Nigerian forward #19 Umar Sadiq reacts during the Spanish Copa del Rey (King's Cup) semi final first leg football match between RCD Mallorca and Real Sociedad at the Mallorca Son Moix stadium in Palma de Mallorca on February 6, 2024. (Photo by JAIME REINA / AFP)
JAIME REINA | AFP
Roberto Ramajo
Nacido en Irún en 1981. Entró en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa del Diario AS. Desde entonces cubre la información de la Real Sociedad. En 2006 entra en Radio Irún y se encarga de los deportes de la comarca del Bidasoa. En 2020 es nombrado Jefe de Deportes de la Cadena SER en Gipuzkoa.
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Está bien, ¿eh? Eso de dar emoción al asunto digo. Porque supongo que eso es lo que pretendía Umar Sadiq, ¿no? Vamos, digo yo. ¿Para qué trasladar la eliminatoria a favor y encarrilada al Reale Arena pudiendo llevarla abierta y con toda la emoción para el disfrute de los aficiones? ¿No les parece? No, verdad. ¡Claro que no! Si puedes, hay que machacar al rival, hay que noquearlo y que no se levante de la lona. Porque si no lo puedes pagar caro y corres el riesgo de arrepentirte en el intento.

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Evidentemente, soy consciente de que Sadiq no quería eso. Por supuesto que no. Él ansiaba meter las tres ocasiones claras. Por supuesto que sí. Pero es que la emoción que le ha dado a la semifinal de cara al partido de vuelta en el Reale Arena no era necesaria. Preferíamos ir por delante en la eliminatoria. Si no se ha conseguido es porque ‘el látigo de Kaduna’ se dejó la fusta en el vestuario. Pero no solo por él. También porque en la primera parte la Real fue menos Real por el trabajo de desactivación del Mallorca. Y porque la reacción llegó quizá un poco tarde tras el descanso. Aunque mereció marcar, por juego y por ocasiones.

Sea como fuere, la emoción está ahí. Porque Sadiq no acertó con la portería del Mallorca y porque la Real le dejó vivo en la segunda mitad. Y eso fue lo que decidió el combate nulo de Son Moix. Todas las espadas quedan en lo alto para Donostia. Y puede que con favoritismo para los txuri-urdin, pero que nadie se confíe, porque habrá que sudar tinta para volver a viajar a La Cartuja. Habrá que mentalizarse. Y a Umar Sadiq habrá que decirle que tranquilo, que lo que no metió en Mallorca, le entrará en el Reale Arena. Y nos llevará a la final. Confiemos todos. Aunque la emoción se la podía haber guardado para otros días.

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