Kubo, el hecho diferencial de la Real


Jugador clave
Con Takefusa Kubo (23 años) suceden cosas que solo pasan con los mejores futbolistas. Uno puede intuir, con cierta seguridad, qué va a hacer, pero aun así resulta irrefrenable. El bellísimo gol que hizo contra el Leganés es marca de la casa, con esa conducción hacia dentro y disparo al palo largo. Fue una obra de arte en un partido que la Real solucionó a golpe de golazo y en el que Kubo procuró dar cuenta de su genialidad. Desde la primera jugada, transmitió la impresión de querer brillar, pero siempre con sentido. A su innegable talento callejero le añade una visión académica del fútbol que le hace entender el juego con especial inteligencia. No le suele sobrar un regate, no se excede en arabescos pintureros. Aunque no empezó de la mejor forma la temporada, más tímido y errático que de costumbre, Kubo atraviesa un estado de forma óptimo ante todo lo que viene (la Copa, Europa League...) y su aspiración legítima de seguir evolucionando en la escala individual. La Real necesita la versión más redonda del japonés. Es un equipo al que no le sobra el gol, tampoco el desequilibrio individual, de ahí que se haga imprescindible la productividad de Kubo en el desborde y la fabricación de oportunidades. Hasta ahora, pese a ese inicio mediocre, lo ha hecho. En esta Liga, acumula 296 conducciones con una media de distancia recorrida de 12,8 metros en cada una y ha generado 32 oportunidades de gol. Cuando Kubo emerge, la Real se impulsa.
Tremendo
En un partido ingrato para un delantero, Roberto Fernández (22 años) se impuso a todo a aquel al que le tocó la faena de cubrirle. El Espanyol se entregó a su fervor, empuje y sacrificio para salir de la cueva frente a un Alavés que estuvo mejor posicionado y contó con las ocasiones más importantes, pero que se fue de vacío tras el cabezazo de Calero en una acción a balón parado. Cómo no, Roberto había provocado la falta. El delantero sacó de quicio a Abqar y Mouriño, fijó a la defensa, peleó todas las pelotas aéreas, descargó para los centrocampistas y no paró de moverse. No lo tuvo nada fácil porque el equipo perico apenas se estiró y no le acompañó. Jugó más en largo que nunca —70 envíos de este tipo, solo 21 buenos—, pero Roberto se encargó en despejarle el camino con su terquedad en las disputas (13 duelos ganados de 21) y forzando faltas como la del gol. Su llegada ha cambiado por completo la dinámica de la delantera del Espanyol. Con Joan García en una punta del campo y Roberto en la otra, las esperanzas de salvación se disparan.
Desde la esquina
El Villarreal conquistó Vallecas de córner. Nada extraño en un equipo con un potencial elevadísimo y que maneja distintos registros para mirar cara a cara a las posiciones punteras de LaLiga. El tenso centro de Baena y el remate de Ayoze, facilitado por la flojera en la marca del Rayo, arregló el triunfo amarillo. Le estaba costando atacar con uno más la buena disposición franjirroja y un saque de esquina le aclaró el panorama. El Villarreal se maneja en la estrategia como pocos equipos en la competición, cualidad que refleja a la perfección la estadística avanzada, que le sitúa en cabeza en cuanto a goles esperados — asigna una probabilidad de que una ocasión sea gol— en el balón parado, con más de nueve. De córner, ya lleva cinco tantos. Así doblegó al Rayo.
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