Kike García, obrero y artista del gol


Más que un luchador
Kike García es un claro ejemplo de delantero infravalorado. Cuando se le define, a sus 35 años, se sigue haciendo especial hincapié en su carácter, capacidad de sacrificio y corazón. Son todas consideraciones justas en relación a su fama, pero se quedan claramente cortas. Es evidente que Kike García es un obrero del área, un proletario del gol. Nadie discute su prestigio jornalero, pero en favor de esta condición queda camuflada su estupenda cantidad de recursos que le convierten en un nueve capacitado para todo. La variedad técnica que diferencia su remate, la movilidad y la inteligencia para hacerse hueco entre los centrales y sus toques de primeras también emergen como señas de identidad de un goleador reputado. Solo así se puede explicar que sea uno de los delanteros más certeros de España. A estas alturas, con todos los problemas que planean sobre el Alavés, suma 11 goles cuando la estadística avanzada solo le da siete. Es la tercera mejor diferencia entre los puntas de LaLiga, solo por detrás de Ayoze (Villarreal) y Sandro (Las Palmas). Y, cómo no, se comporta como un jugador comprometido y autoritario en las disputas, una figura a la que agarrarse cuando se está con el agua al cuello. A su gol en Mallorca, añadió una gran finura en los pases (15 buenos de 17) y su habitual vehemencia en los duelos (7 ganados de 12). Por supuesto que Kike García es enérgico y luchador hasta las últimas consecuencias, pero también es un delantero de un capital goleador impresionante y con infinidad de virtudes técnicas.
Un tiro a puerta, un gol
Del Leganés-Getafe no se iba a acordar nadie si no fuera por la maravilla de chilena de Diego García que desequilibró el marcador. Fue el único tiro a puerta del encuentro, ya en el tiempo de descuento, en un partido oscuro que opositó a entrar en la historia negra de LaLiga. Esta temporada, en el Getafe-Rayo no se llegó a producir ningún disparo a portería y en otros tres partidos del equipo azulón solo se vieron uno o dos remates. Con el Leganés también pasó en la visita del Valencia, con un único tiro entre los tres palos. Queda acreditado, pues, que se trata de dos equipos con estructuras firmes que estrechan los espacios y dinamitan las oportunidades. No es ningún defecto, aunque se afeen los encuentros. De ahí que sorprendiera el duro tono de Bordalás con el Leganés tras la derrota: “Parecían querer el empate. En el primer tiempo hemos recibido muchas faltas”. Él sabe mejor que nadie que ese tipo de aseveraciones no son del todo calibradas con la realidad.
Francotiradores
La Premier es esa competición de la que solo se cuentan bondades y se utiliza, de manera interesada, como arma arrojadiza contra LaLiga. Con lo escrito, no se confundan. Nadie resta un ápice de valor al torneo inglés. Todo lo contrario. Ha sido un exponente de igualdad competitiva a través de la venta centralizada de los derechos de televisión. Pero si hubo un soro de la Premier a LaLiga, ahora la distancia se ha vuelto a reducir. Una estadística que lo confirma son los goles desde fuera del área. Y ahí LaLiga se distingue como la mejor entre las cinco grandes. Con los de Ratiu (Rayo), Lukebakio (Sevilla) y Aimar Oroz (Osasuna), son ya 94 tantos desde media y larga distancia los que se han visto en este curso, dos más que en Inglaterra, que acumula más partidos. Aunque siempre habrá duelos como el Leganés-Getafe...
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