El historial de Mbappé le pasa factura
El Real Madrid se ha puesto firme después de lo que ocurrió en 2022, cuando el francés cambió de opinión.
Se acerca la fecha clave del 1 de enero en la que la normativa de la FIFA permite a Mbappé negociar con el club que quiera y crece la tensión en torno al francés. Hay tres actores en liza. El jugador, el PSG y el Madrid. Los dos clubes han terminado por aprender cómo se las gasta la estrella por lo vivido en los anteriores culebrones que ha protagonizado. Siempre (cuando fue al Mónaco, del Mónaco al PSG o en su última renovación) Mbappé llevó la negociación hasta el último suspiro sacando buena tajada de ello.
Como es lógico en estos casos, el jugador tiene la sartén por el mango. Es él quien queda libre y está en su derecho de pedir una suculenta prima de fichaje y un buen sueldo acorde con su estatus de primera estrella mundial. Pero tanto el Madrid como el PSG no están dispuestos ya a contratarle ‘a cualquier precio’. En el club blanco aún pesa mucho el desaire que tuvo hace dos temporadas cuando dejó a Florentino compuesto y sin novia. Y tener la opción de fichar a Haaland tan a la mano debe hacer que Mbappé no se suba mucho a la parra con sus pretensiones. La fotografía no es la misma que en 2022. Ahora Vinicius es una estrella, Rodrygo ha roto a crack y hay quien dice que sería mejor fichar un delantero centro.
El PSG también ha escarmentado por la actitud de Mbappé en negociaciones anteriores. Deslizan desde allí que no habrá propuesta de renovación, que pretenden que Mbappé active sin más el año opcional que tenía hasta 2025, y que luego se verá. “Es imposible que cobre más de lo que cobra ya”, llegan a decir. Desde luego, si viene al Madrid debe ser por convencimiento y no por engordar de manera desorbitada su cuenta bancaria.
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