Cuando la actitud lo es todo en el Madrid


Al Madrid casi se le fue la Liga contra los suplentes del Athletic, pero la disposición y el compromiso le sacaron del apuro. Vinicius y Valverde, bajo también la irrupción de Endrick, no capitularon nunca en una muestra de actitud de un equipo que, a falta de fútbol, puso de su parte para firmar una victoria más que merecida. Encontrar el juego para el Madrid parece un acertijo sin solución esta temporada, pero que al menos la voluntad no le señale. Enfrente tuvo un Athletic que solo fue el Athletic a medias. Su cabeza y la gloria están ya en otra competición. Ernesto Valverde alargó las rotaciones a toda la alineación, a excepción de Berenguer. Aun así, ese Athletic recortado se comportó con cierto oficio hasta que el Madrid optó por la tremenda.
Ancelotti presentó un once y un dibujo que apuntan a ser los de La Cartuja, Mbappé al margen. Ante la falta de equilibrio y consistencia, con demasiados jugadores de sangre azul, recurrió a la respuesta clásica de los cuatro centrocampistas. En cualquier caso, la dinámica del equipo no cambió en el inicio. Al Madrid nunca le asistió la finura interior, minimizado por un ritmo plomizo. Bellingham fue el símbolo, perdido en todo el primer tiempo, sin saber a qué jugar, con Vinicius y Rodrygo excesivamente abiertos sin que nadie ocupara ese carril central. El Madrid quiso abrir el juego con cambios de orientación, pero el Athletic juntó líneas en su 1-4-4-2 característico y se agarró con responsabilidad en una faena defensiva de nota. No se descompuso hasta que tras el descanso sí que llegó reanimación blanca, más por orgullo que por ideas.
Todo fue distinto. Con más arrebatos que fútbol, a través de Vinicius y la referencia de Endrick, el Madrid empujó al bloque de Valverde, que fue sacando titulares para tener algo de amenaza en ataque. El Madrid se desempeñó con otra energía y actitud, ganó las segundas jugadas y provocó cosas de manera continua en el área de Unai Simón. Fede Valverde acabó haciendo justicia, después de volver en el tramo final a su posición de centrocampista en una clara señal hacia Ancelotti, para sostener las tímidas opciones de título. Salvo milagro de los que esta temporada no abundan en el Madrid, no parece que vaya a ser su año en la Liga. Aun así, su segundo tiempo fue acto de dignidad que alimenta la fe de los más creyentes.
Carga del área

El Madrid llenó la zona de remate con sentido tras el descanso. Rodrygo, Endrick y Bellingham, apareciendo desde atrás, ponen en cuestión al sistema defensivo del Athletic. Unai Simón salva el gol del inglés.
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