Ceballos hace bien al Madrid


La victoria del Real Madrid ante el RB Salzburgo se daba por segura, y a esa evidencia se entregó el equipo de Ancelotti con una actitud recreativa que preserva las buenas sensaciones generadas contra Las Palmas. El litigio duró poco y las precauciones menos. Ancelotti modeló un once altamente ofensivo que hizo vencerse demasiado pronto al bloque austríaco. Con Modric, Ceballos y los cuatro fantásticos, además de un Valverde desplazado al lateral, podía haber dudas de cómo y dónde iba a recuperar el balón el Madrid, pero rápidamente quedaron resueltas por la inocencia del rival. Los becarios actuales del RB Salzburgo no son los que eran antes. Algo más se prolongó la incertidumbre, a todas luces injusta, con Vinicius. Si había un juicio sobre la figura del brasileño debido a su titubeante inicio de año, él dejó constancia de su indiscutible crédito. Seguramente el Madrid se pierda mucho sin Rodrygo en la izquierda, pero gana más haciendo hueco a los dos brasileños y Mbappé en el once. Los tres juntos son artillería pesada.
Llegados a este punto, conviene destacar la insospechada aportación de Ceballos si uno retrocede en su análisis meses atrás. Hay un cambio importante en el rendimiento del internacional español, que claramente ha mejorado a nivel individual y, sobre todo, su presencia supone un manual de instrucciones para el juego del Madrid. De todos los centrocampistas, es el futbolista con mejor pie y criterio. Además, parece haberse corregido en su manía de abusar de las conducciones y ha dado también un paso adelante en agilizar la circulación. A partir de ahí, encuentros como el del RB Salzburgo reivindican su papel después de dejar el campo con 88 pases acertados de 89 intentados. Ceballos hace bien al Madrid porque ve el juego mejor que otros, tiene clarividencia para firmar pases interiores o abrir el campo y permite a Bellingham actuar entre líneas. Las posesiones blancas son mejores bajo su batuta. Obviamente no es Kroos, pero de ideas no anda corto. Además, también ha crecido en el aspecto posicional para ofrecer ayudas a los centrales, anticipar en el corte o atender a las coberturas a los laterales. Ya no se advierte esa aversión a vacilar en las disputas. Son ya varios los partidos en los que Ceballos se ha manejado con una jerarquía imponente en distintas fases. Y si la tendencia se repite, su alta productividad se puede convertir definitivamente en un hecho cotidiano. En sus botas y en su cabeza está alcanzarlo.
Como pivote

Ceballos se abre para orientar el juego, conecta con Rodrygo en la izquierda y posibilita la aparición de Bellingham a la espalda de los centrocampistas austríacos. Ha quedado recuperado para la causa.
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