

España y Argentina jugaron aquella semifinal de 2006 con sus mejores hornadas de baloncesto. De aquellas selecciones sólo perdura una cosa: el corazón.
PorJuan Gutiérrez


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España y Argentina jugaron aquella semifinal de 2006 con sus mejores hornadas de baloncesto. De aquellas selecciones sólo perdura una cosa: el corazón.
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