“Hay un par de áreas en las que Newey ya quiere empujar...”
El ingeniero estrella de Aston Martin se vuelca en 2026 y Cowell sonríe: “No daré detalles”. El túnel de viento ya está operativo, pero la llegada de Cardile se atasca.
Quienes no conozcan la Fórmula 1 en profundidad, desconfiarán del que diga que un solo hombre puede cambiar el rumbo en una escudería con un millar de trabajadores. Pero Aston Martin entrega las riendas de la oficina de diseño al ingeniero aerodinámico más influyente de las últimas tres décadas en el automovilismo. Adrian Newey (Gran Bretaña, 66 años) suma 12 Mundiales de fabricantes y 15 de pilotos en sus diferentes etapas en Williams (1991-1996), McLaren (1997-2005) y sobre todo Red Bull (2006-2024). Escuchó la llamada de Lawrence Stroll, y su oferta económica consecuente, para convertirse el máximo responsable técnico y accionista de la escudería más ambiciosa de los últimos tiempos. Su primera tarea es revertir la tendencia negativa de los últimos dos monoplazas y organizar una estructura técnica al máximo nivel.
Newey se incorporó al trabajo el lunes 3 de marzo en su oficina en Silverstone, una antigua sala de reuniones reconvertida en estudio con pizarra. La llegada a la fábrica no se mediatizó, el ingeniero fue directo a una reunión sobre los concepto aerodinámico del coche del año que viene. Es uno de los lemas, Newey se centrará casi exclusivamente en 2026. Cuesta creer que no eche un vistazo y proponga algunos cambios en el AMR25 para desbloquear prestaciones sin mucho esfuerzo. Mientras tanto, el equipo confirmó este viernes que el túnel de viento ya está plenamente operativo (tras semanas de retraso). Por completar, solo falta la incorporación de Enrico Cardile en calidad de director técnico, pero Ferrari no le liberará hasta el verano después de un leve enfrentamiento que ha ganado la firma de Maranello.
Quienes conocen su metodología recuerdan que no tenía una influencia directa en los últimos años de Red Bull, pero sí un conocimiento amplio del comportamiento del coche, visión los reglajes a utilizar o el concepto aerodinámico sobre el que pivotaban todos los paquetes de evoluciones. Aston no duda a la hora de volcar todos los esfuerzos en el AMR26 para explotar el amplísimo cambio de reglas en aerodinámica y motor. Parten con un lastre, deberán fabricar su propia caja de cambios y suspensión trasera (hasta ahora la compraban a Mercedes) y desarrollar una nueva sociedad con Honda como suministrador de motores.
Centrado en el coche de 2026
“Su trabajo hasta ahora ha sido completamente sobre el coche de 2026″, resaltó Andy Cowell, CEO de la escudería. Sobre estos primeros encuentros, describe: “Adrian lleva unos días trabajando con nosotros. Su primer día fue de perfil bajo, es un ingeniero y trabaja en las reglas de 2026, en analizarlas al detalle y tratar de contribuir con detalles en su pizarra. Es un placer trabajar con Adrian, su experiencia es gigante y su hambre también. Tuvimos conversaciones maravillosas sobre hacer coches más rápidos y los compromisos que se deben asumir, también construyendo buenas relaciones de trabajo con los ingenieros que han trabajado en el concepto del coche”.
A Cowell se le escapó la risa y aclaró: “Sonrío, hay un par de áreas en las que (Newey) ya ha tratado de empujar en una u otra dirección, pero no daré detalles a mis rivales”. “Tendrá curiosidad por saber lo que pensamos del coche, no sé si estará siguiendo las reuniones… hablaremos”, comentó Alonso. Durante su carrera ha pilotado frecuentemente contra coches dominantes de Newey como el McLaren de Raikkonen en 2005 y el Red Bull de Vettel a partir de 2010. El propio Fernando aseguró a AS hace pocas semanas que el impacto que puede tener una figura como Adrian en Aston Martin supera al de cualquier piloto en cualquier equipo: “Adrian Newey siempre tendrá más impacto que ningún piloto. Los pilotos van y vienen, los 20 que estamos aquí intentamos conducir bien y hemos conseguido cosas hasta llegar a la F1. No sé lo que va a aportar o añadir Hamilton a Ferrari, pero seguramente será menos de lo que puede aportar un diseñador”. El reto es mayúsculo, pero Aston ya está en manos del mejor.
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