Tras Metal Gear Solid Delta, este debería ser el siguiente paso de Konami en la franquicia

Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es uno de los títulos más esperados de 2025. Se trata de un videojuego muy relevante por varios motivos: por un lado, será el primer Metal Gear “con todas las de la ley” tras la turbulenta marcha de Hideo Kojima de Konami. Por otra parte, supondrá el regreso de uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos en forma de remake. Aunque esta nueva versión de Metal Gear Solid 3 tiene muy buena pinta, muchos nos preguntamos: “¿Y luego qué, Konami?”. El siguiente paso parece obvio: remakes de Metal Gear y Metal Gear 2: Solid Snake, los juegos originales de MSX.

Konami debería animarse con los remakes de los dos primeros Metal Gear de MSX tras Metal Gear Solid Delta: Snake Eater

El 28 de agosto de 2025 llegará a las tiendas Metal Gear Solid Delta: Snake Eater, el esperado Metal Gear Solid 3 Remake. A nivel cronológico, se trata de la primera aventura de la saga, una historia mítica que trascendió generaciones y que narraba los orígenes de Naked Snake como leal soldado y espía norteamericano, quien a posteriori obtendría el título de Big Boss y se alzaría como el dirigente de varias organizaciones de mercenarios en distintos puntos del globo.

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Hideo Kojima ha tenido cierta fijación con la figura de Big Boss hasta el punto de que ha protagonizado casi tantos títulos como Solid Snake, lo cual cimenta su estatus como deuteragonista. Al creativo nipón no le bastó Metal Gear Solid 3 para narrar su descenso a los infiernos; tras la tercera entrega numerada lanzada en 2004 vinieron Metal Gear Solid: Portable Ops (2007), Metal Gear Solid: Peace Walker (2010), Metal Gear Solid V: Ground Zeroes (2015) y Metal Gear Solid V: The Phantom Pain (2015). Todos estos títulos seguían explorando su carácter y motivaciones mientras intentaba cumplir el sueño de The Boss, su mentora, creando un paraíso para los soldados.

Tras el lanzamiento de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater, el siguiente paso de Konami con la franquicia sería un sueño hecho realidad para los fans: remakes de Metal Gear (1987) y Metal Gear 2: Solid Snake (1990), títulos que originalmente fueron lanzados en MSX y que plasmaban las primeras misiones de Solid Snake, quien se enfrentaba a Big Boss y sus mercenarios primero en Outer Heaven y luego en Zanzibar Land, dos naciones-fortaleza armadas con capacidad para lanzar ataques nucleares gracias a nuevos prototipos de Metal Gear.

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En lugar de lanzar dos nuevos remakes, una jugada muy inteligente sería hacer un dos por uno y llamarlos Metal Gear Solid Zero. Por un lado, sería una manera de unificar la nomenclatura, ya que los dos primeros Metal Gear quedaron descolgados del resto de la franquicia desde que la tercera entrega, Metal Gear Solid (1998), añadiese la coletilla Solid, haciendo referencia a que era un juego en 3D. Por otra parte, ese “Zero” sería un guiño muy bien traído hacia el Mayor Zero, el jefe de Naked Snake durante la Operación Snake Eater en MGS3, y quien tendría una relevancia mucho mayor en la franquicia a posteriori, como se reveló en Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots (2008).

Aunque tanto Metal Gear como su secuela de MSX contaban con argumentos sorprendentemente complejos para la época, el volumen de diálogos era considerablemente menor al de las entregas más modernas, lo que implicaría que adaptar estas historias para eliminar cualquier posible agujero de guion introducido por juegos posteriores sería relativamente sencillo, teniendo mucha libertad para reinterpretar escenas, diálogos, jefes, diseño y mecánicas de juego. Es más: se trataría de una oportunidad de oro para desarrollar mejor al personaje de Venom Snake dentro del contexto de Outer Heaven, y darle su propia personalidad, diferente a la de Big Boss.

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Otra de las oportunidades de adaptar para una audiencia moderna la trama de los Metal Gear clásicos es ahondar en la relación entre Solid Snake y los dos Big Boss. De esta manera, podríamos ver la evolución de los papeles de ambos: Venom Snake, suplantando a Big Boss, pasa de ser el comandante de FOXHOUND hasta que se revela que está al mando del grupo de mercenarios de Outer Heaven y Snake debe acabar con él. En su posterior “reencuentro” en Zanzibar Land, en esta ocasión con el Big Boss de carne y hueso, Snake derrota finalmente a su antiguo jefe y aliado. Aquí hay una historia muy potente por contar si se hace de una manera adecuada.

En resumen: aunque no hay planes confirmados de un supuesto Metal Gear Solid Zero, compuesto por remakes de los dos títulos originales de MSX, consideramos que sería una jugada tan inteligente como segura por parte de Konami para garantizar la continuidad de una de sus franquicias más queridas. La abrupta marcha de Hideo Kojima de la compañía hace una década supuso una crisis de imagen terrible para Konami; no obstante, el buen hacer y la atención al detalle mostrada con Delta se han ganado al público de nuevo. Por esta razón, no parece descabellado que en los próximos años veamos revisitadas otras entregas de la saga en formato remake, independientemente de si son de los dos primeros videojuegos o de otros lanzados posteriormente.