¿Qué libro leo esta semana?
Mitos, leyendas y mucha lluvia en una de las sensaciones literarias del año: ‘Calabobos’
Luis Mario, cántabro, escribió sobre su tierra, Cantabria, como nunca nadie lo había hecho: con una crudeza y una sensibilidad como pocas veces se han visto en nuestra literatura.

Ojalá pudiera escribir esta reseña con, al menos, la mitad del talento que Luis Mario despliega en ‘Calabobos’ (Reservoir Books, 2025). Reseñar esta novela es un desafío, porque cualquier intento de describirla parece insuficiente para capturar toda su belleza.
Así que empecemos por lo básico. ¿De qué va la ‘Calabobos’? En Cantabria, “calabobos” define una llovizna fina e imperceptible, y en esta novela, la lluvia es constante, empapando a unos personajes atrapados en un entorno de belleza salvaje y violencia soterrada. A través de una oralidad cruda y un cántabru feroz, el protagonista narra la brutalidad silenciosa de un pueblo desamparado, mientras busca a su hermana antes de la pleamar
Luis Mario escribe una obra que transporta al lector a uno de los rincones más bellos de España y lo hace con un realismo mágico que paraliza…Pero también con un realismo sucio (casi trágico) que al lector remueve por dentro.
Cantabria como nunca la has leído
Mitos, leyendas y magia se juntan en esa tierra llamada Cantabria y el autor nacido en Santander, nos la trae a los lectores como nadie nunca lo había hecho. Narrado de una manera tan magistral como complicada (está escrito en una especie de cántabro, sin serlo exactamente porque este tiene unas reglas gramaticales específicas), ‘Calabobos’ promete convertirse en un referente en el género.
Se abra por donde se abra el libro, el lector encontrará una prosa poética, con frases para el recuerdo que tendrá que marcar en rojo y, así, tenerlas a mano siempre que busque refugio. Porque ‘Calabobos’ es un viaje a una tierra dura, inhóspita, con un mar tenebroso y “violento, fuerte como diez hostias”; con gentes plagadas de fantasmas, con un “viento sur que vuelve loca a la gente”; una tierra de galernas y verdes pastos en la que te verás calado hasta los huesos sin darte cuenta, porque “la lluvia de aquí no suena al caer”.

¿Merece la pena leer ‘Calabobos’?
Sí. Rotundamente sí. Por ser una historia única y escrita por un autor que ha puesto negro sobre blanco todo su amor (y odio) por su tierra.