Cómic
Muere Peter David, el brillante guionista de Marvel que terminó olvidado y sin poder pagar su tratamiento médico
Ha fallecido a los 68 años de edad Peter David, uno de los guionistas más relevantes de los últimos cuarenta años de cómic estadounidense.

El mundo del cómic llora la muerte de Peter David (1956-2025), prolífico autor que ha trabajado principalmente para Marvel, creador de Miguel O’Hara —‘Spider-Man 2099′—, y figura clave en una de las mejores etapas de ‘El Increíble Hulk’. El pasado 24 de mayo, David nos abandonó a los 68 años de edad tras década y media de diversos problemas médicos. Pese a la relevancia incontestable que tuvo en la Casa de las Ideas, este guionista pasó los últimos años de su vida ahogado por facturas médicas astronómicas que obligaron a su familia a buscar ayuda vía micromecenazgos.
Adiós a Peter David: el guionista de Marvel que dio mucho más de lo que recibió
Peter David fue uno de los guionistas más prolíficos y versátiles del cómic norteamericano. Su nombre está muy ligado a ‘El Increíble Hulk’, dado que escribió cómics del personaje durante más de una década —de 1987 a 1998—, y fue una era en la que redefinió al personaje, otorgándole con una profundidad psicológica sin precedentes. Bajo su pluma, Bruce Banner dejó de ser simplemente un monstruo furibundo para convertirse en una figura trágica con todas las de la ley, abrumada por su problema de personalidad múltiple, y no aquejada únicamente por la transformación física. También fue el creador de Miguel O’Hara, el Spider-Man del futuro del año 2099, una de las versiones más queridas e interesantes del trepamuros. Por si no fuese poco, también es el responsable de revitalizar series caducas como ‘X-Factor’, donde combinó con relativa solvencia el drama superheroico con tramas detectivescas, sátira y crítica social, dotando al grupo de una personalidad única.

Aunque la mayor parte de su carrera transcurrió en Marvel, también dejó huella en DC Comics con títulos como ‘Young Justice’, donde captó con agudeza el espíritu adolescente del grupo y sentó las bases de su adaptación animada posterior. También tuvo especial relevancia su trabajo en la franquicia ‘Star Trek’, con los cómics de la línea ‘New Frontier’. Su estilo fue muy característico a lo largo y ancho de su obra: diálogos ingeniosos, humor sarcástico, mucha referencia autoparódica y metaficción, así como una crítica velada a los problemas del mundo real convirtieron a David en un autor de culto. Tras cuatro décadas en activo en el mundo del cómic, y varios galardones a sus espaldas —un Eisner, un Wizard Fan Award, un Haxtur, un Julie, un GLAAD Media y un Inkpot— no es descabellado afirmar que fue una de las voces más relevantes e inconfundibles dentro de la industria.

Lamentablemente, este prestigio no se tradujo en una buena retribución económica. Pese a sus éxitos literarios, principalmente bajo el paraguas de Marvel, David pasó los últimos años de su vida asfixiado por todo tipo de deudas médicas. En 2010 comenzó su primera operación por una dolorosa hernia discal, y esto solo sería el comienzo de un calvario que se alargaría durante quince años. Infartos, problemas de visión, diabetes, y dolencias en un riñón son algunas de las afecciones que padeció hasta su muerte en 2025.
Su esposa, Kathleen O’Shea, lanzaba un nuevo crowdfunding el pasado 13 de marzo, revelando que la salud de David empeoró de nuevo, y los gastos médicos no serían cubiertos por Medicaid, el programa de asistencia médica del gobierno de EEUU destinado a personas con bajos ingresos y recursos limitados. Este último grito de auxilio fue respondido parcialmente: consiguió recaudar 128.000 dólares de los 150.000 que solicitaban. Esta petición desesperada no fue la primera; desde 2010, David necesitó recurrir al micromecenazgo en reiteradas ocasiones para poder permitirse las facturas médicas y así poder seguir llevando una vida digna.

La muerte de Peter David no solo deja un gran vacío en la historia del cómic, sino que también expone con crudeza el brutal sistema médico de Estados Unidos, donde una enfermedad grave puede sumir en la absoluta ruina a una familia entera. Además, en cualquier industria justa, alguien con su currículum y aportaciones no habría tenido que mendigar ayuda para poder vivir con dignidad. Marvel, que se ha beneficiado directamente de su talento durante muchos años, ha actuado con una absoluta frialdad y falta de humanidad al no prestarle apoyo real en sus momentos más difíciles, lo que añade una capa trágica a su fallecimiento. Este triste caso vuelve a demostrar que, en más ocasiones de las que nos gustaría, ni el talento ni la trayectoria bastan para dar una vida digna a quienes construyen los pilares culturales sobre los que otros hacen negocio.