Cómic
‘El Castigador. La caza de Furia’. Garth Ennis devuelve a Frank Castle a Vietnam
El guionista norirlandés junta a los dos grandes iconos militares de Marvel, Nick Furia y El Castigador, en una historia de guerra sucia.
Garth Ennis es sin duda el escritor que mejor ha captado el espíritu de The Punisher. Tomó las riendas del justiciero allá por 2000 dentro de Marvel Knights, pero es desde 2004 y bajo el sello MAX cuando construye el personaje que ahora mismo es: un tipo hiperviolento, con un humor ácido y que no se ciñe al pensamiento políticamente correcto. Es decir, incómodo para la editorial en un contexto donde hay que andarse con pies de plomo, por eso este proyecto de seis entregas tardó más de la cuenta en ver la luz.
‘La caza de Furia’ supone un regreso a esos tiempos de libertad creativa en MAX, a un Vietnam que ya visitó Ennis con ‘Nacimiento’, al verdadero punto de origen de El Castigador. Porque si para Gerry Conway, creador del personaje, su metamorfosis estaba marcada por la matanza de su familia por parte de la mafia, Ennis dibuja una oscuridad anterior, un gusto por la muerte que ya se desata durante el conflicto en el país asiático.
Un cómic influido por el cine
Influencias de Coppola’La caza de furia’ recuerda por momentos a ‘Apocalypse Now’, una misión en territorio enemigo para eliminar a un mando norteamericano, en este caso Nick Furia. El que por entonces era un importante activo de la CIA había en manos de los norvietnamitas. A su alrededor algunos ingredientes conocidos: combates, la jungla, los Viet Cong, la droga, un ejército sin reglas… más algunos de la cosecha propia de Ennis: crítica a la doble moral estadounidense, la vinculación de la agencia con el tráfico de estupefacientes para financiar sus operaciones, el mercado negro de los militares, los intereses en prolongar el conflicto…
Como en todas sus historias, el escritor ofrece unas altas dosis de violencia explícita, un lenguaje provocativo y unos diálogos afilados. La trama, que se inicia como un cómic bélico al uso, deriva en una historia de espías con varios giros de guion. Como truco narrativo utiliza la figura de un viejo combatiente vietnamita, Giap, como relator de una historia. Esto le permite tomar distancia y contar los desmanes de ambos bandos desde un punto más objetivo, Ennis no elude temas como las torturas, la ejecución de prisioneros o el exterminio de civiles.
Un viejo conocido
Para los lápices cuenta con Jacen Burrows, con quien ya había trabajado en ‘El Castigador: Soviético’ (2020). Es un dibujante que emplea un trazo fino y apuesta por un dibujo realista, al igual que Steve Dillon (que fuera el artista fetiche de Ennis), domina las expresiones faciales y se maneja con acierto en las viñetas de acción, no ahorrándose todo tipo de detalles escabrosos.
Emplea estructuras sencillas, con viñetas rectangulares, dejando que sean unos encuadres bastante agresivos los que marquen el ritmo del relato. A destacar también el excelente trabajo de Nolan Woodard con el color, que maneja diferentes paletas en función del escenario y del estado de ánimo de los personajes y todas ellas con gran acierto.
Conclusión
‘La caza de Furia’ es un cómic entretenido que pone frente a frente a dos grandes iconos de Marvel. Ennis juega con el espectador mostrando solo una parte del cuadro que se revela en su totalidad en el último tercio del cómic. Hay de todo: violencia, acción, suspense, crítica social y hasta una historia de amor… o de desamor.
Ficha
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