Jon Rahm y su propósito de enmienda en el Masters

El Augusta National no fue en 2024 el remanso de paz para Jon Rahm que los golfistas buscan una vez al año en este rincón de Georgia (EE UU) durante el Masters. En lugar de eso, el primer major del vizcaíno desde su fichaje por el LIV, que se había producido escasos meses antes, acabó convertido en una especie de via crucis. Su intención es que aquello no se repita, declaró este martes en la imponente sala de prensa del club más exclusivo del planeta, que tras el aguacero del lunes desplegó la gama cromática en todo su esplendor.

Confluyen varias circunstancias para que sea así, o quizá habría que decir que esta vez quedan excluidos muchos factores que contribuyeron al descalabro, en lo que fue la peor actuación hasta la fecha en este torneo de su triunfal carrera, puesto 45º. Por ejemplo, ahora Rahmbo no defiende la chaqueta verde conquistada en 2023, despojado de la presión que esa condición conlleva. Tampoco es novedad ya su militancia en el LIV. Y ya no tiene parte de la cabeza en casa, como aquellos días en los que le preocupaban ciertas complicaciones en el tercer embarazo de su mujer, Kelley: el que desembocó en el nacimiento de la pequeña Alaia poco antes del último Open de España.

“Fue un momento de muchos cambios. Había muchas preguntas para las que no tenía respuesta, como las relacionadas con el estado del golf profesional. No lo sé. Nadie lo sabe. E intenté darles respuesta, pero es complicado. Fue difícil porque era mi primer major como jugador del LIV y además defendía título. Tenía vestuario nuevo (los campeones del torneo utilizan uno distinto al resto de jugadores), la Cena de Campeones... Muchas cosas a las que ajustarme", explicó. “No fue mi temporada favorita la del año pasado. No jugué bien aquí, tampoco en el PGA, ni siquiera pude salir en el US Open (un desafortunado corte en un pie le obligó a bajarse del torneo)... Sí estoy orgulloso de haber peleado en una semana dura en el British. Creo que ahí pude sentar una buena base para este año y espero jugar un golf mucho mejor estos días”.

Las redes sociales y los medios, añadió, también jugaron un papel en ello: “Quizá también hubo más comentarios negativos que podía escuchar a lo largo del año, algunas preguntas más que me pusieron en aprietos. Pero nada diferente a lo que muchos otros atletas enfrentan a diario. Si alguna vez ven las conferencias de prensa de LeBron James, parece que lo persiguen a diario. No lo envidio en absoluto en ese sentido".

Su Masters más familiar

El contexto de esta semana es más favorable en lo extradeportivo. La familia está por ahora completada y asegura que Alaia debutará en el Masters en los clásicos pares 3 del miércoles, una tradición que los jugadores aprovechan para destensar con sus allegados y que él compartirá con el clan Finau, seguramente la prole más numerosa del golf profesional.

En lo deportivo, sigue sin transmitir la sensación de poderío que dejó su 2023, pero lo cierto es que no se ha bajado del top-10 en ninguno de los cinco torneos del LIV esta temporada y de no ser por el polaco Meronk tendría ya un nuevo trofeo, el de Riad, en sus vitrinas. Aunque quizá lo más importante es que él confirma sentirse más a gusto en general.

“Diría que el año pasado a nivel de tarjetas estuve bien, pero nunca me sentí del todo cómodo con mi juego, y posiblemente por eso en los torneos más importantes, cuando las cosas se ponían difíciles, como aquí o en el PGA, no jugué a mi mejor nivel. Mi estado mental, creo que en gran parte, el 99%, se debe a lo bien que me siento en casa. Tenemos mucha suerte de tener tres hijos preciosos y una familia perfectamente sana. No tengo motivos para despertarme por la mañana sin sonreír. Eso es fundamental en una semana como esta, cuando puedo compartir la casa con ellos. Y eso es otro detalle: no habían viajado conmigo desde el PGA del año pasado debido a unas complicaciones del embarazo que Kelley tuvo y tuvo que guardar reposo absoluto. Así que tenerlos conmigo de nuevo esta semana y la anterior me hará sonreír constantemente. Probablemente sea la razón principal por la que me sentiré, obviamente, mucho más feliz esta semana", relata, con la mentalidad muy clara: “Siento que rindo mejor si hago el ejercicio de cerrar la página del año anterior y empezar una nueva”.

Quizá esta acabe siendo otra a incorporar al tomo de la leyenda española en el Augusta National. El que empezó con Seve, “la principal inspiración para todos los golfistas españoles”, y el que incorpora este año a Josele Ballester, invitado en calidad de campeón del US Amateur (el primero de este país) y, en palabras de Jon, un jugador que tiene “todo lo necesario para triunfar”.

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