Los trofeos más estrambóticos del deporte
Hacemos un repaso por los trofeos deportivos más curiosos a lo largo y ancho del planeta. Desde una sartén hasta un adoquín pasando por una vaca.

La falsa pera
La comúnmente conocida como “pera” del ATP 500 de Acapulco realmente no lo es. El trofeo es un guaje, una planta originaria del sur de México utilizada para elaborar utensilios como las jícaras, unas pequeñas vasijas.

El trofeo más animal del tenis
Roger Federer, tras ganar Wimbledon en 2003, el torneo de Gstaad le obsequió con una vaca de nombre Juliette. En 2013 volvió a jugar el torneo de su país tras nueve años de ausencia y le volvieron a regalar otra res llamada Desiré.

El cubo del fútbol americano
Cada año, las universidades de Indiana y Purdue se enfrentan por el Old Oaken Bucket en la Football Bowl Subdivision de la NCAA. Según cuenta la leyenda, el cubo era originario de algún pozo de Indiana. La cadena que lo rodea incorpora las letras “I” o “P” en bronce, y se añaden en función de cada ganador anual.

El adoquín más famoso del mundo
Una de las pruebas más conocidas por su dureza en el mundo del ciclismo es la París-Roubaix. Y lo que más caracteriza a esta carrera son sus tramos de pavés. Por lo que un adoquín sobre una peana se convierte en el trofeo más deseado por todos los corredores.

La concha y la perla qatarí
El Masters de Golf de Qatar otorga este voluminoso trofeo a su ganador en honor al pasado del país, pues antes de descubrir sus reservas de gas y petróleo, el negocio de las perlas era la industria más importante de Qatar.

Campanadas de Victoria
El Rip Curl Pro Bells Beach de surf se organiza en el estado australiano de Victoria. Su pesado trofeo incluye, en su parte superior, una campana (bell en inglés) que los campeones hacen sonar en el podio.

El trofeo más pequeño del mundo
En 1882, Australia venció a Inglaterra en críquet por primera vez, algo que los británicos se tomaron como una humillación. El año posterior se cobraron la venganza y regalaron a los australianos una pequeña urna con cenizas de una de las estacas del tercer partido de la serie. Desde entonces, el ganador de ‘The Ashes’, como se conoce el enfrentamiento, se queda con la pequeña copa.

¿Al rival? Un cerdo
Otra rivalidad entre universidades de la misma conferencia de la Football Bowl Subdivision de la NCAA. Esta vez, la de Iowa y la de Minnesota se apostaron hace casi un siglo que el perdedor debería pagar la derrota con un cerdo de su estado y dárselo en persona al ganador. De la granja Rosedale de Iowa fue el primer porcino entregado. De ahí que se conozca como el “Floyd of Rosedale”.

El vaquero armadillo
En el torneo ATX Pro Challenge de fútbol en Texas se entrega un trofeo que es un armadillo con dos pistolas y un sombrero de cowboy. Este animal es propio de dicho estado, donde el tema del lejano oeste está muy presente a día de hoy.

¡Toma pepino!
El Trofeo Villa de Leganés de fútbol otorga un pepino bañado en oro. El porqué se debe a que esta localidad madrileña era la que abastecía, en su mayoría, a la capital de esta fruta. “¡Ya vienen los pepineros!” se oía en los mercados cuando los leganenses llegaban.

Un gorila en Francia
El ganador del GP de Paul Ricard de Fórmula 1 levanta un trofeo coronado por un gorila parecido a King Kong. La culpa de esto la tiene el diseñador francés Richard Orlinski, pues su repertorio de esculturas es, en gran medida, animales salvajes.

Caras a bajorrelieve
La copa Borg-Warner de las 500 millas de Indianápolis pesa 49 kilos y mide algo más de metro y medio de altura. Pero lo más curioso de este es que, desde su inicio, los rostros de los ganadores de esta prueba quedan grabados en el cuerpo del trofeo.

La hélice de Hamburgo
Aunque parezca un ventilador, el abierto de Hamburgo de tenis condecora al ganador con un trofeo que reconoce la actividad comercial de esta ciudad germana: la industria naval. Por ello, no son aspas de un ventilador sino hélices de un barco.

¡Marchando una sartén para el ganador!
El ganador del choque de la Football Bowl Subdivision de la NCAA entre el SMU Mustangs y el TCU Horned Frogs se lleva la “Iron Skillet”. Su origen se debe a que en 1946 un aficionado de los Mustangs cocinó unas ancas de rana antes de un partido. El seguidor de los Horned Frogs se ofendió y apostaron a que quien perdiera, se quedaría con la sartén y las ancas de rana.