El Eldense le da la permanencia al Cádiz en Segunda
Los gaditanos le deben mucho al cuadro de Jose Luis Oltra tras empatar ayer frente al Castellón. Sin ellos, actualmente el equipo de Garitano estaría con el agua al cuello en las dos últimas jornadas.
Un nuevo fin de semana para olvidar. El Cádiz cayó derrotado de manera ignominiosa en A Malata ante un Racing de Ferrol descendido desde hace varias semanas a Primera Federación. En un encuentro donde la segunda mitad fue algo mejor, Roger, en dos ocasiones, pudo adelantar a los suyos a puerta vacía. Sin suerte, la definición del encuentro la dio Garitano: “la calidad que se nos presupone; no la tenemos”.
La debacle ha sido tal que el cuadro gaditano no ha descendido a Primera Federación por demérito de otros conjuntos. Aunque también ha ganado en días claves, jugar a fútbol ficción te hace ver que, en algunos encuentros, el milagro ha caído del lado cadista. Por ejemplo, la victoria ante el Granada: Hongla ayudó a que el Cádiz se llevase tres puntos en un partido de empate.
Frente al Almería, con dos más, el suspiro fue tal cuando Víctor Chust anotó en el último contragolpe del partido, que se escuchó en toda España. Lo que está claro es que la dinámica actual no es positiva. De los últimos 27 puntos posibles, el cuadro de Garitano ha sumado solo ocho. Números preocupantes que, sin embargo, han servido para mantener la categoría.
Y gracias, en parte, a equipos como Eldense, quien ocupa la primera plaza del descenso. Este, en partidos como su visita a A Malata —donde se presuponía obligatorio sumar de tres—, cayó derrotado cuando menos tenía que hacerlo. Para suerte del cuadro gaditano y muchos equipos que estaban en la pomada. También la finalíssima que tuvo en casa ante el Sporting, donde también perdió. Sin embargo, el gran favor vino ayer. El cuadro de Orta, obligado a sumar de tres, se dejó dos puntos ante un Castellón que amarró su permanencia a costa del Deportivo.
Dos puntos que, sin embargo, regalaron al cuadro gaditano la permanencia en Segunda División. En el día en que los de Garitano tenían que intentar acabar de la mejor manera posible, fue todo lo contrario. Del enfado se pasó al hastío y la risa entre los aficionados cadistas desplazados a Ferrol.
Siendo un desastre, la temporada 25-26 será de nuevo en la Liga Hypermotion. Sin embargo, el futuro no se vislumbra mejor y, desde el club, deben dar un giro radical. Todo comenzando por abrir ventanas y traer aire nuevo, con hambre y, como mínimo, conscientes del escudo que se porta. El mínimo exigible.
“La calidad que se nos presupone; no la tenemos”, decía un Garitano desesperado y que también se equivoca, como es normal. Sin embargo, en esa frase, el vizcaíno resume a la perfección lo que actualmente es el Cádiz: un proyecto sin rumbo, sin calidad y en paliativos.
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