Chiki, intrahistoria de su primer gol con el Racing de Ferrol
El madrileño, en el foco de la crítica por su bajo rendimiento y sus gestos hacia la grada, anotó el penalti del triunfo frente al Cádiz. A Malata coreó su nombre para que fuese el lanzador.
El Racing de Ferrol, sin nada en juego por su precoz descenso, completa con cierta dignidad estos últimos partidos de competición. En el último mes han conseguido sumar siete puntos, que han sido más que los cosechados desde enero hasta abril. Sin nada en juego a nivel clasificatorio desde hace semanas, el club vive inmerso en la incertidumbre de un futuro en Primera RFEF por despejar y una afición cada vez más desgastada, bajo mínimos en su presencia en los últimos partidos en A Malata.
La ruptura del racinguismo con diferentes jugadores de la actual plantilla es evidente. La inmensa mayoría de los del equipo han estado alejados del nivel esperado a principio de temporada y entre esos nombres destaca el de Chiki. El delantero madrileño se encuentra en el foco de las críticas por no estar a la altura en el terreno de juego, pero también la ira de los aficionados va dirigida a su figura por los gestos que protagonizó, mirando desafiante hacia la grada, en el partido de hace dos semanas en A Malata en el partido frente al Zaragoza.
Dos semanas después de ser el centro de atención por sus aspavientos, volvió en el minuto 65 frente al Cádiz, entre silbidos, a saltar al campo de A Malata. Cada vez que entraba en o con el balón, el respetable ferrolano le mostraba su enfado por medio de abucheos y pitidos, que esta vez el jugador recibió sin rechistar.
El momento del partido llegó cuando Josep Señé provocó un penalti por impactar su disparo en la mano de Víctor Chust. Fuentes Molina decretó la pena máxima y parecía que Josep Señé tomaba la responsabilidad cogiendo el balón con dirección al punto fatídico. Ahí entró en juego la guasa del racinguismo, que coreó el nombre de Chiki para que fuese el díscolo jugador el encargado de lanzar el penalti. Dicho y hecho. Josep Señé le entregó el balón al delantero madrileño, que con personalidad, tomó la responsabilidad de anotar el tanto que valió el triunfo frente al Cádiz (1-0). Tres puntos y el primer gol del delantero madrileño desde su fichaje este verano.
La afición, entre aplausos y algunos pitidos también en la celebración, recibió el gol de forma positiva, pero Chiki apenas mostró gesto alguno de alegría a sabiendas del caldo de cultivo germinado en el ambiente, después de una temporada horrenda del equipo. Tras el partido, Chiki no habló en rueda de prensa, pero sí compareció como es costumbre Alejandro Menéndez, que aclaró que fue el elegido de ejecutar el penalti por el protocolo de lanzadores que tiene estipulado el propio técnico y no por la demanda de la grada. “El protocolo es que el lanzador es Señé. Detrás puede ser Álvaro Giménez, Raúl que está lesionado y si está en el campo, Chiki. Entre ellos lo gestionaron y dentro del protocolo de esos lanzadores, pues lo lanzó Chiki. No tiene nada que ver que la gente haya coreado su nombre, es una coincidencia. Tuvo mucha frialdad en la ejecución y la responsabilidad, que era grande con el añadido de no tener en ese momento a la gente a su favor”, subrayó Menéndez después del peculiar momento que se vivió en un gol que dio a Chiki su primer tanto con el Racing de Ferrol y los tres puntos a los gallegos frente al Cádiz.
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