Los grandes clubes gigantes de España, Real Madrid y Barcelona, vivieron en los 2000 una etapa de globalización total. Las giras asiáticas, ahora las norteamericanas, y la aparición en el estadio de aficionados extranjeros atraídos por ambos históricos y el ambiente que se genera a su alrededor generaron una nueva fuente de ingresos. En esta década, la nueva vía de generar ingresos por la que han apostado en paralelo ambos clubes es su estadio. El Bernabéu cambió con una ampliación de aforo, la llegada de la cubierta, un sistema de césped retráctil para conservarlo y poder realizar eventos y una reforma total de los exteriores. El Barcelona se encuentra en ello con un modelo que también cambiará el concepto del último Camp Nou.

Los eventos además del fútbol, como grandes conciertos o festivales, son nuevas vías de explotación. Ya en el balompié, la aparición de más sitios VIP aumentará los ingresos de día de partido. Pero tanto Madrid como Barcelona han apostado por un modelo ‘yankee’ para ver quién podrá disfrutar de estos espacios: las Personal Seat License. Este producto estuvo en boca de todos en las últimas semanas de 2024 y las primeras de 2025 ya que su venta, explicada como los asientos VIP del nuevo Spotify Camp Nou, permitieron al Barça ingresar el dinero suficiente para volver a la regla 1:1 en el Fair Play financiero de LaLiga. De hecho, la discusión sobre la presentación de la entrada de esos ingresos llevó al ‘caso Dani Olmo y Pau Víctor’.

El Barcelona vendió 475 localidades VIP a cambio de 100 millones para poder inscribir a Dani Olmo.

La operación consistió en la cesión de las PSL de 475 localidades VIP, un 5% del total de las que habrá en el futuro Spotify Camp Nou a dos empresas, una de Qatar y una de EAU, a cambio de 100 millones de euros. Pero, ¿qué son la PSL? Las Personal Seat License son la cesión de los derechos de titularidad de los asientos durante, al menos, 30 años. Es un pago único que una persona o, en este caso una empresa, realiza para asegurarse el tener estos asientos con algunos beneficios extra que el abonado general.

Estas PSL, como explicó el propio Joan Laporta, permiten que el propietario de estos asientos pueda explotarlos y generar ingresos. Es decir, más que un gasto en un producto de ocio o la ocupación de un espacio de mucho interés y visibilidad además de prestigio o de cara a cerrar negocios, se pueden considerar una inversión en un producto que se puede tratar de vender.

El propio Barcelona explicó los que a su entender son los grandes beneficios de este negocio que le pueden reportar, según sus propias estimaciones, hasta 300 millones de euros en ingresos. “el club reduce el riesgo en el proceso de comercialización de este tipo de asientos ya que los ingresos están asegurados por todo el período de la explotación (30 años) y los inversores abonan: I) la licencia para el uso del asiento durante todo el plazo del contrato en su inicio; y II) el precio del asiento VIP por temporada”, asegura en su comunicado. Es decir, además de pagar esa tarifa para asegurarse su licencia, tendrán que pagar su abono.

El Real Madrid vendió unas 300 PLS el año pasado con las que ingresó 70 millones.

En el caso del Real Madrid, organizó una venta de licencias el año pasado a nivel corporativo y también individual. Según 2Playbook, el club blanco vendió unas 300 PSL a 230.000 € por butaca consiguiendo unos ingresos de 70 millones. Como el Barcelona, el Real Madrid también cobra el abono anual o la entrada correspondiente a cada poseedor de una licencia.

Este sistema asegura que ni el Barcelona ni el Real Madrid perderían la propiedad de sus estadios. Eso sí, estos inversores podrían ceder la explotación incluso a un tercero o, según explicó el Barcelona, pedir la ayuda del club para la venta de entradas, que recibiría un porcentaje por esta actividad. Tanto el Real Madrid como el Barcelona se han aliado con las mismas empresas para llevar a cabo estas tareas de hospitality: Sixth Street y Legends. Estas colaboran con múltiples franquicias deportivas de más alto nivel en Estados Unidos, torneos de tenis, de golf… Para el Real Madrid ya han reformado la ‘megastore’ del Bernabéu.

Para ambos clubes, la entrada de estos ingresos ha ayudado a sufragar las obras del estadio. Para esto mismo lo usaron los Warriors, pero con un método totalmente diferente. La franquicia dominadora de buena parte de la última era de la NBA gracias al talento de Stephen Curry y las órdenes de Steve Kerr le dio una vuelta a las Personal Seat License para levantar su nuevo Chase Center en San Francisco.

Mientras en los gigantes españoles está reservado a un VIP, Los Warriors sacaron unas PSL para prácticamente todos sus aficionados permitiendo que 'poseyeran' su asiento durante 30 años. Durante estas tres décadas, el fan podía devolver su licencia y recuperar su dinero y también venderla, pero con la condición de que fuera siempre por el valor nominal. Al final, si la licencia nunca ha sido vendida por parte de ese aficionado, los Warriors 'premiarán' a estos compradores con la devolución íntegra de lo invertido. En este caso, el conjunto de la Bahía utilizó esta fórmula como un préstamo sin intereses por parte de sus aficionados que tendrían asegurado siempre su sitio para ver al equipo.

Ambos estadios serán un centro neurálgico por el que pasarán personalidades de lo más relevante en muchos ámbitos de las ciudades más grandes de España o que las visiten. Estas personas de gran relevancia se reunirán en las zonas preparadas con todo lujo y comodidades para disfrutar de los goles de Mbappé o Lamine Yamal, conciertos o diferentes eventos. De cualquier manera, todo parece ser un modelo de lo más rentable para ambos clubes.