La montaña se hace más grande

Si la montaña a escalar para la permanencia de la UD Las Palmas era alta, ahora se ha convertido en un ocho mil. La derrota ante el Valencia deja a Las Palmas a tres puntos y dos partidos de la salvación (tiene perdido el goalverage con Alavés y empatado a Girona) cuando solo restan cuatro fechas.

El partido ante los pupilos de Corberán se había trazado como clave en las opciones de salir de la zona roja. Así lo entendió el club y sobre todo la afición, que pintó de amarillo la calle Fondos de Segura en un recibimiento masivo en la previa del encuentro.

La afición estuvo, las ganas de la plantilla también, pero faltó lo más importante: el fútbol. Las Palmas tiene un problema de creación de juego, y lo peor es que no es el mayor de sus pecados. Los amarillos se vieron dominados por el Valencia en muchas fases del encuentro, demasiadas para un equipo con tantas necesidades por sumar y que sabía que no podía fallar, pero falló.

La fragilidad defensiva abrió la puerta al 0-1 de Hugo Duro, un golpe que permitió a Las Palmas activarse para buscar un empate que encontró en un penalti de Sandro al filo del descuento. Porque a esta UD tiene que recibir un palo para reaccionar y comparecer en los partidos.

Si los fallos en la zaga regalaron el primero a los ches, en el 1-2 y el 1-3 clamaron al cielo. Una concatenación de errores que no te hace merecedor ni de ganar ni de estar en Primera División, merced al escaso margen que queda.

La grada, que se había volcado con el equipo desde dos horas antes, pedía ahora explicaciones bajo una sonora pitada, que se intensificó con el silbato final de De Burgos Bengoetxea.

Otra vez con muchas ganas pero escaso fútbol, Las Palmas buscó la épica para remontar en casa, como contra Osasuna, Mallorca, Alavés, Villarreal… Una tónica habitual que no da éxitos y que muestra cómo tienen que remar habitualmente a contracorriente para sacar puntos en el Estadio de Gran Canaria.

Pese a que los motivos para el optimismo escaseen, la UD Las Palmas sigue dependiendo de sí misma en una batalla de cuatro partidos en la que recibirá al Rayo Vallecano con el objetivo de no perder comba con la Primera División. Después llegarán Sevilla (fuera), Leganés (casa) y Espanyol (fuera).

Toca cerrar la portería, subir el nivel defensivo y desprenderse de tanto desplazamiento en largo para permitir que aparezcan los jugadores de talento y creer. Y de creencia esta plantilla va sobrada, aunque no siempre sea suficiente.

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