Isco, un eterno MVP

Da igual que sea suplente. Isco lideró las estadísticas del Betis ante Osasuna en ocasiones creadas, centros intentados y pases en el último tercio de campo. Entró en el partido tras el descanso para cambiarlo y lo logró a medias. Su asistencia a Cucho Hernández motivó que sus números sigan disparándose pese a haberse perdido media campaña por lesión. Ya son 11 goles y 9 asistencias en 29 partidos. Unas cifras de altura que reflejan su peso en el equipo. En Liga, sólo futbolistas como Vinicius, Bellingham, Raphinha o Lamine Yamal pueden mejorar sus prestaciones en parámetros tan influyentes.

Isco es el eterno MVP. Ante Osasuna, jugó solo la mitad del duelo y volvió a ser premiado con esa distinción. Él fue el elegido por Pellegrini para intentar desatascar el caos de su equipo pese a que el deseo inicial del chileno era medir sus esfuerzos. Él quiere jugar. Y su rendimiento refleja que es trascendental para este Betis que aún sueña con la Champions. Lo Celso jugó en su lugar en el primer tiempo y el argentino sigue sin terminar de agarrarse a la equipo titular tras otra muestra de irregularidad sobre el césped.

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El tropiezo no minimiza la esperanza de Isco, que contagia al grupo su ambición por lograr algo más. “Ha sido una semana dura, con un partido muy intenso el jueves, pero estamos preparados para estas cosas, hay muchos jugadores en la plantilla y no podemos poner como excusa esto. Se nos ha complicado la clasificación para esa Champions que tanto queremos, pero en el fútbol no hay nada imposible”, esbozó tras el duelo ante Osasuna. No quiere tirar la toalla. Por eso es el MVP de Pellegrini que apenas tiene margen de descanso.

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