Giménez, un caso especial
El uruguayo es uno de los hombres con más mercado de un Atleti que para fichar debe vender. Pero ni el central quiere salir ni Cerezo que se vaya

Faltan dos días para que el Atlético tenga que entregar la plantilla cerrada que disputará el Mundial de Clubes. En dos días (el 10 de julio) la ventana de mercado abierta para los clubes que participan en esta competición se cierra y parece poco probable que el club rojiblanco pueda incorporar a jugadores en ese plazo. Los fichajes penden de un condicionante determinante: antes de entrar, dejen salir. Es decir, que antes de fichar debe haber ventas. Y, de momento, estas no se han producido.
Hay jugadores que terminan contrato (Witsel, Azpilicueta, Reinildo), jugadores que acaban cesión (Musso, Lenglet), jugadores que han renovado (Griezmann y Koke) y jugadores que otros desean. Uno se llama José María Giménez (Toledo, Uruguay, 1995) que lleva doce años vistiendo la rojiblanca y es capital en defensa, pero ya ha entrado en la treintena (en enero cumplirá 31 años). Desde Arabia le tientan (con una oferta que le multiplica el sueldo) y tiene mercado, además de ser un jugador cuya venta daría un respiro al límite salarial rojiblanco. Pero dos cosas cierran la puerta a su posible salida.
Una viene del propio jugador: no quiere salir, su vida, sus hijos, familia, está en Madrid y él se siente cómodo en el equipo rojiblanco. Máxime después de la temporada pasada, la primera en esos doce años de su historia particular en el Atlético en el que las lesiones no le torturaron. Solo sufrió una, muscular, que le hizo perderse cinco partidos en enero. Nada que ver con lo que le sucedió, por ejemplo, en la 22-23, cuando faltó 156 días y 18 partidos por cuatro dolencias. La temporada pasada, la 23-24, días fueron casi la mitad (83) pero partidos más (19). Una sola lesión no tenía en un curso desde hace una década (las 13-14 y la 14-15). El cuidado y mimo con el que Luis Piñedo ha trabajado específicamente con él, midiendo y repartiendo cargas y minutos al milímetro, ha dado resultado. Y cuando Giménez juega se nota: es el mejor y más sólido defensa de todos los que el Cholo tiene. Un candado de acero charrúa. Irse ahora del Atleti sería alejarse del preparador físico que ha logrado frenar la sangría de sus lesiones.
La oposición de Enrique Cerezo
La otra parte está en uno de los despachos del Metropolitano: el de su presidente, Enrique Cerezo, quien no quiere que Giménez se vaya o abandone el Atlético (tiene contrato hasta 2028). Dos veces ha estado a punto de hacerlo, sin embargo. En 2018 y 2021. Ambas reconocidas por el mismo central en un programa en su país, La Quinta Tribuna de AUFTV. En la primera se plantó él mismo. En la segunda llegó a hablar con Simeone y con Miguel Ángel (Gil Marín). “Cuando uno va a tomar este tipo de decisiones ha de poner mucho en la balanza. Y dejar de lado el ego y pensar lo que siente y quiere”. En su caso sigue siendo el Atleti.
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