El fin de una era
El Real Madrid ve marchar a la última pieza de un centro del campo legendario con la tarea de reconstruirlo sin un camino muy claro aún.
Es el fin de una era en el Real Madrid. Todos los cierres de capítulo tienen un punto de salto al vacío, lo tuvo la marcha de Cristiano, también la de Benzema, probablemente pasará también con Ancelotti... y pasará con Luka Modric, el último miembro de ese centro del campo legendario en el equipo blanco en el que se cocinaron cuatro de las últimas seis Champions conquistadas. Se fue Casemiro, se retiró Kroos y ahora el croata anuncia que no sigue de blanco.
Un centro del campo que se reunió en la temporada 2015-16, de primeras con Rafa Benítez en el banquillo. El periplo del madrileño duró poco en el banquillo y en su lugar llegó Zidane, que apostó decididamente por los tres para dar equilibrio a aquel equipo con la BBC en ataque, sacrificando a James Rodríguez en el camino. Con ellos tres al mando, Zizou sumó tres Orejonas a la sala de trofeos del Santiago Bernabéu.
Y con ellos tres se encontró Ancelotti en su retorno al Madrid. Fueron los tres artífices en la medular, con la colaboración de ese medio-delantero que fue Federico Valverde en la 2021-22, de la 14ª Champions, una Copa de Europa con un lugar especial en la historia blanca tras las remontadas ante PSG, Chelsea y City, amén de esa final contra el Liverpool con Courtois aguantando un chaparrón de remates.
Zidane se los encontró en plenitud y supo aprovecharlos. Con Ancelotti ya encaraban el tramo final, pero el italiano se entregó a ellos sin reservas, llegando a renombrarlos como ‘El triángulo de las Bermudas’: “Les llamó así porque el balón desaparece cuando pasa por ellos tres”. Pero todo lo bueno se acaba y apenas unos días después de que Carletto hiciese esa declaración, Casemiro pedía al Madrid escuchar una oferta del United para marcharse a Inglaterra. El primer eslabón de la cadena medular madridista saltaba por los aires.
El Madrid, eso sí, toleró aquel traspaso porque ese mismo verano había firmado a Tchouameni desde el Mónaco, con una fortísima inversión de 80 millones de euros. El francés no supo llenar de primeras los zapatos del brasileño y este curso ha vuelto a estar discutido, aunque en este tramo final ha brillado y empieza a parecer el heredero que el Madrid creyó ver en él.
La difícil tarea de sustituir a Modric
El problema ha venido después. Kroos mantuvo un rol protagonista mientras vistió de blanco, pero decidió retirarse el verano pasado y el club creyó que el resto podrían hacer su papel, con resultados desastrosos. Y Modric pasó de indiscutible a suplente aventajado y esta campaña ha demostrado que en muchos momentos, nadie sabía llevar la manija como él. En otros, claro, el ritmo de los partidos le ha superado por momentos, como al resto del equipo.
La CMK ya es historia y al Madrid le toca ahora recoger los pedazos y recomponer el centro del campo como pueda. Las piezas que hay parece que no bastan y ya se peina el mercado. Zubimendi parece que no podrá ser y se estudian otros nombres, como Enzo Fernández, Rodrigo, Mac Allister, Reijnders, Stiller... El que llegue, sabe que tendrá difícil mejorar lo que se ha vivido en el Bernabéu durante estos 13 años en que Modric ha vestido la camiseta madridista.
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