Chicco, solución inesperada
Tras 249 días sin jugar de inicio en Liga con el Leganés, el argentino jugó a buen nivel como lateral diestro (no es su posición) demostrando que la plantilla tiene más recursos de lo que piensa el imaginario colectivo.

Lo primero fue ubicarlo en medio de aquella alineación tan anómala. Tan de entreguerras. Quizá fuera cosa del desuso, pero la presencia de Julián Chicco en el once del Leganés ante el Sevilla invitaba a la doble confusión. Por no ser un habitual. Porque el resto de sus compañeros de alineación no aclaraba de qué jugaría.
La oficialidad de LaLiga y sus alineaciones decía que este argentino casi inédito esta temporada (apenas 286 minutos incluyendo los 90 que jugó en el Pizjuán) ejercería de pivote. Esa es su posición natural. Pero a Chicco le tocó bailar en una posición que no es la suya. Lateral derecho. Y para no ser su puesto, el de Brinkmann (Córdoba) no estuvo nada mal.
Para el Leganés fue una sorpresa agradable que demuestra que, pese al pensamiento colectivo que tiene la parroquia pepinera, el Leganés tiene más plantilla de la que muchos piensan. Incluido su técnico, un Borja Jiménez que suele lamentarse por la falta de efectivos, pero que tampoco ha sabido en esta temporada sacarle rendimiento a los menos habituales. Chicco entre ellos.
Un lateral improvisado
En Sevilla no le quedó otra. Con Rosier lesonado y Altimira sancionado, el lateral derecho no tenía recambios naturales. Esa alineación oficial que pasó LaLiga sugería que sería Duk el que ejercería como carrilero diestro en esa órbita, con Sergio González, Jorge Sáenz y Javier Hernández de centrales y Juan Cruz en el carril zocato.
En verdad Borja Jiménez se acordó de su experiencia en Segunda División (Huesca, por ejemplo) para decidir que Chicco podría ser una buena opción de lateral. Así que dibujó en verdad una defensa de cuatro con él, Chicco, reconvertido en zaguero para la derecha.
Una sequía de 249 días
En ocasiones se le notaron las costuras. Lógico. Chicco no jugaba en Liga desde que en 16 de marzo el Leganés perdió ante el Betis por 2-3. De inicio, no comenzaba en el torneo de la regularidad desde la visita al Valladolid… ¡en la tercera jornada! Aquello se jugó el 28 de agosto. Habían pasado 249 días desde entonces. Y aunque en alguna ocasión clara del Sevilla apareció en la foto (sobre todo en la de Lukebakio que sacó Dmitrovic con la pierna izquierda), Chicco rindió y cumplió.
También en ataque cuando, apenas recibido el 2-1, transmutó en extremo dentro del área y le puso a Javi Hernández un centro de purpurina para el remate del empate a dos. Habían pasado sólo unos minutos entre el gol hispalense y esta reacción pepinera que, aunque no sirve para sacar de pobre al equipo madrileño, al menos le mantiene las constantes vitales en la UCI en la que lleva semanas ingresado. Y todo gracias a un protagonista imprevisto al que, al inicio del partido, ni siquiera se le atisbaba cuál sería su posición real.
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