“¡Ceballos, muérete!”, en Getafe
Una parte del Coliseum arremetió contra él, al saltar al campo. Es persona ‘non grata’ por decir, en 2016, “a ver si os pudrís en Segunda y desaparecéis”. Se activó el protocolo contra el odio


“¡Ceballos, muérete!”, entonó parte del Coliseum nada más saltar al campo. Era el minuto 77 y el partido iba 0-1. Entró por Güler. Y una parte del estadio, numerosa, la emprendió de esa manera. Tchouameni rápidamente se acercó al árbitro a avisar de lo que estaba sucediendo, como Asencio. Y Sánchez Martínez actuó: se acercó a la banda y activó el protocolo contra el odio. Mensaje por megafonía y advertencia de suspensión. No fue a más. Pero el Coliseum protagonizó, otra vez, incidentes.
Acta del partido
“En el minuto 78, se detuvo el juego para aplicar el protocolo de violencia verbal, a instancia de los jugadores del Real Madrid, por cánticos procedentes de un sector de grada local, alojados en la zona sur del estadio. Los cánticos que se pudieron escuchar fueron los de: ‘Ceballos muérete, Ceballos muérete’. El partido estuvo parado durante un minuto hasta que se anunció por megafonía que cesaran los mismos, como así fue”.

¿Por qué hacia Ceballos?
Todo nace del 15 de mayo de 2016, última jornada de Liga. Era un Betis-Getafe. Los locales no se jugaban nada; los visitantes, descendieron a Segunda. Y sucedió una noticia que adelantó la Cadena SER: Ceballos dijo “ojalá os pudráis en Segunda y desaparezcáis” a Cala y un miembro del cuerpo técnico. Unas palabras que se hicieron públicas a través de los medios de comunicación y llegaron a oídos de la parroquia azulona. Desde entonces, no hay perdón. Ni mucho menos.
El año pasado, racismo
Por segundo año consecutivo, se produce un incidente de odio en un Getafe-Real Madrid. La temporada pasada, mientras el autobús madridista llegaba al estadio, hubo gritos racistas. “Vinicius, mono”, entonaron algunos aficionados. AS, presente en la escena, puede dar crédito. Fueron minoritarios, pero sucedieron. Esta noche, el odio ha ido dirigido contra Ceballos. Gritos de “muérete”. Un suceso que acarreará, con total seguridad, en una sanción económica para el club. Y que nunca debe repetirse.
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